Acuicultura de pequeña escala: Una oportunidad para los territorios costeros

Abr 15, 2015

Este desafío no solo invita a los pescadores artesanales a hacerse cargo de su propio desarrollo, sino también a los profesionales que trabajan en el sector.

La explotación de recursos pesqueros ha llegado a su límite presionado por la cantidad de habitantes que se necesita alimentar en el planeta y las prácticas insostenibles de extracción. Este desafío también se hace presente en nuestro país y una de las alternativas para enfrentarla es la acuicultura. Esta actividad que se ha centrado principalmente en las grandes empresas mediante un modelo exportador del salmón.

Conscientes de esta realidad y sus efectos en la igualdad de oportunidades, el Estado elaboró un reglamento en el año 2004 (D.S. 340, del 24 de diciembre de 2004) el cual establece la oportunidad para los pescadores artesanales, de realizar acuicultura a pequeña escala (APE), específicamente en áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos (AMERB). Sin embargo, no fue hasta el año 2011 que a partir de la participación de la Universidad Católica del Norte (UCN) y las organizaciones de pescadores artesanales de la región se comienzan, a crear las condiciones propicias para su implementación a través de los instrumentos de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).

Así, luego de cuatro años que la Región de Coquimbo ha comenzado a liderar este proceso concentrando más del 70% de las solicitudes de acuicultura en AMERB a nivel nacional, se cuenta con más de doce caletas que están realizando cultivos pilotos de algas, ostiones y piures y este año mediante el Programa de Difusión Tecnológica (PDT) de la Corfo (Proyecto 14PDT-29041), se ampliará a cuatro caletas más.

La idea del equipo multidisciplinario integrado por profesionales de acuicultura, Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte y un profesional sociólogo, ha sido principalmente que mediante la implementación de unidades de cultivos marinos en áreas de manejo, desde la comuna de Los Vilos por el sur hasta la comuna de La Higuera por el norte, las organizaciones de pescadores comiencen a avanzar en el desarrollo de esta herramienta de diversificación, que tiene entre sus principales desafíos la transformación de la percepción, actitud y conducta de las comunidades pesqueras lo cual significaría un profundo cambio cultural, como lo será pasar de ser cazadores/recolectores exclusivos a integrar en sus quehacer la práctica de los cultivos marinos con el propósito de que los territorios costeros fortalezcan sus condiciones para mantener sus medios de vida ligados a la actividad y de paso, contribuyan al mejoramiento de las economías locales, apoyando a la generación de proteína marina, tan necesaria para nuestro país.

Este desafío no solo invita a los pescadores artesanales a hacerse cargo de su propio desarrollo, sino también a los profesionales que trabajan en el sector, los cuales deben desplegar sus habilidades, desde crear soluciones tecnológicas adecuadas (de bajo costo, para zonas de mayor exposición al oleaje, domesticación de especies potenciales de cultivar, entre otros), como también desarrollar habilidades sociales y metodologías. Otro aspecto fundamental en este desafío es crear las condiciones de entorno que faciliten y estimulen el desarrollo de la acuicultura a pequeña escala en las AMERB, como una opción de desarrollo socio productivo.

En este sentido se esperaba con urgencia que la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) mejorara el reglamento de acuicultura en AMERB. Por lo cual, se celebra que en estos días la institucionalidad sectorial esté comenzando a realizar talleres participativos con organizaciones de pescadores artesanales para mejorar su marco jurídico y dejar en mejores condiciones la adopción por parte de pescadores, es decir, un nuevo quehacer que dará un nuevo impulso a esta política pública, donde participen todos los actores involucrados.

Finalmente, es necesario considerar un enfoque ecosistémico para el desarrollo acuícola, que permita promover un desarrollo sostenible, inclusivo y con equidad. Los actores público–privados, estamos trabajando en conjunto y en un proceso de diálogo permanente, que permita desarrollar la acuícultura a pequeña escala, como una herramienta de desarrollo económico y social para los pescadores artesanales.

Cristian Sepúlveda Cortés

Biólogo marino y director del PDT Acuícola Coquimbo

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