Aysén, al borde de perder sus recursos pesqueros

Ene 29, 2015

El consultor en pesca argumentó la importancia de contar con posicionador satelital.

El viernes 9 de enero de 2015, apareció en la prensa escrita la noticia sobre el naufragio de una embarcación pesquera artesanal en el Canal Tuamapu, de nombre Monona, matriculada en la Región del Biobío. El lamentable siniestro, ocurrido a 23 millas del puerto de Melinka, en la Región de Aysén, deja al descubierto la importancia del posicionador satelital obligatorio, pues dicha embarcación no tiene ningún permiso para pescar o realizar alguna actividad de extracción en el área marítima aysenina.

¿De dónde vienen estas embarcaciones «artesanales”, cuyo potencial de pesca se acerca a las naves industriales? ¿Cómo es posible que vengan de la Región del Biobío a pescar a Aysén si no cuentan con permisos? ¿Cómo obtienen zarpe? Y, ¿quién certifica el origen de sus capturas?

Todas estas embarcaciones son del Biobío, específicamente de Lebu. Y pueden venir gracias a una excepción que establece la Ley de Pesca, denominada «área contigua» que faculta al subsecretario de Pesca y Acuicultura con respaldo técnico para autorizar a un número de embarcaciones a pescar en el «área contigua», es decir en la región vecina.

En 2012, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) autorizó a 120 de estas embarcaciones a pescar en el área correspondiente a la Región de Los Lagos y hasta el límite sur de esta. La autorización estaba sujeta a la obligación de poner posicionador satelital.

¿Por qué los pescadores de Los Lagos aceptaron que estas embarcaciones pescaran en su región? La respuesta es simple: la autorización firmada por el entonces subsecretario obligaba a las embarcaciones participantes a desembarcar las capturas en puertos artesanales de Región de Los Lagos, como Calbuco, Anahuac, Ancud y Carelmapu, pagando un importe de $50 por kilo desembarcado por el servicio de muellaje a la organización. Así todos contentos, los del Biobío y los de Los Lagos, pero con los recursos de la Región de Aysén.

El año recién pasado, el subsecretario Raúl Súnico autorizó más embarcaciones. Nuevamente se establece la obligatoriedad de usar el posicionador satelital para dichas naves.

En este contexto, es necesario revisar algunos números para dimensionar el problema. Son 130 embarcaciones autorizadas, pero sin posicionador satelital no podemos saber si son 140 o 160, en realidad. Al considerar siete tripulantes por embarcación, da un total de 1.120 pescadores de la Región del Biobío depredando el talud continental de la Región de Aysén.

A ello se suma que en Aysén se eliminaron del registro el año pasado 300 pescadores artesanales, mientras subrepticiamente aumenta el número de pescadores en un 50% respecto del total de la región. En forma estimada -no hay registros sin la entrada en vigencia del posicionador ni certificados de desembarque en los puertos de la región -capturan alrededor de 2.500 toneladas a 3.500 toneladas en cuatro meses.

Todo el valor de los insumos ($800 millones), como hielo, petróleo y víveres, queda en la Región de Los Lagos, y la pesca valorada en $3.000 millones sostiene el crecimiento de esta flota que ahora no solo captura reineta, sino que congrios, merluzas y mantas rayas, las que no se controlan porque se supone que las lanchas extraen reineta y solo en la Región de Los Lagos. Nuestra región (Aysén) subvenciona a esta flota con unos US$6 millones.

Todo lo anterior ocurre debido a la ausencia del posicionador satelital. Si fuera obligatorio su uso, como lo establece la ley, las embarcaciones citadas pescarían en la Región de Los Lagos, cumpliendo con lo autorizado y de no ser así serían detectadas infringiendo la ley y sancionadas.

La embarcación siniestrada en Melinka es la prueba tangible y concreta de lo que expresamos aquí. Está sucediendo a la vista y paciencia de nuestras autoridades regionales, también de nuestros representantes en el Congreso, que nada han dicho al respecto. Lo lamentable es que la diputada Clemira Pacheco y el diputado Jorge Ulloa, ambos del Biobío, lograron que el Gobierno le ponga suma urgencia al proyecto de ley que finalmente prorrogó la entrada en vigencia del uso obligarorio del dispositivo satelital para las embarcaciones mayores de pesca artesanal.

Hacemos un llamado a defender nuestros recursos pesqueros, a valorar el tesoro que tenemos en nuestro mar. Esperamos una reacción concreta de nuestros diputados, de nuestros senadores y de nuestra intendente, pues ya es tiempo de que la Región de Aysén mire al mar.

Rodrigo Azócar

Consultor en pesca

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