Día Mundial del Agua

Mar 20, 2018

En el sur de Chile tenemos el privilegio de vivir en un entorno en que el agua forma parte de nuestro paisaje cotidiano. Nos acompaña de cordillera a mar: en cumbres nevadas, lagos y ríos que han brindado sustento y cautivado con su belleza a generaciones. Con cada nueva lluvia la naturaleza cobra fuerza, recordándonos […]

En el sur de Chile tenemos el privilegio de vivir en un entorno en que el agua forma parte de nuestro paisaje cotidiano. Nos acompaña de cordillera a mar: en cumbres nevadas, lagos y ríos que han brindado sustento y cautivado con su belleza a generaciones. Con cada nueva lluvia la naturaleza cobra fuerza, recordándonos la importancia del recurso más importante para la vida, sobre todo cuando en los últimos años hemos vivido situaciones de sequía estival en una zona donde era impensado.

Estos fenómenos globales asociados a cambios climáticos, además del crecimiento demográfico, la expansión de actividades productivas, la mayor exigencia de los ciudadanos frente a la infraestructura, nos señalan que los problemas asociados al acceso al agua potable y al manejo de aguas servidas y aguas lluvias serán más frecuentes en el futuro, lo que impone ingentes desafíos para mantener la capacidad de suministro y de saneamiento, que se encuentran reconocidos como derechos humanos esenciales.

Este jueves 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. La fecha se instauró en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 para llamar la atención sobre el cuidado del agua dulce y desde entonces anualmente se destacan temas que buscan crear conciencia sobre su buen uso. Este año, bajo el concepto «La naturaleza al servicio del agua», se reflexiona sobre soluciones que provienen de la propia naturaleza para hacer frente a los problemas del siglo XXI.

Hoy también es el comienzo del Decenio Internacional para la Acción «Agua para el Desarrollo Sostenible» 2018-2028, que promueve el uso eficiente del agua a todos los niveles, en sus implicancias en la energía, los alimentos y el medio ambiente, incluso en la ejecución de programas nacionales de desarrollo. En la misma línea, cabe destacar que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, declara el objetivo de garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, con una meta que propone reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje. En Chile y en nuestra zona sur estamos a tiempo para hacernos cargo de acompañar un desarrollo sostenible donde los cuidados del agua sean un eje esencial.

La realidad del sur-austral de Chile hoy nos interpela con otras necesidades adicionales a las antes mencionadas, que requieren que la sociedad en su conjunto avance en la toma de conciencia del cuidado del agua y pongamos en práctica acciones concretas que pueden traducirse en pequeños cambios en nuestros hábitos personales, campañas educativas en establecimientos escolares, alianzas público-privadas, hasta abrir espacio a la reflexión sobre la aplicación de los marcos regulatorios existentes y la eventualidad de mejorar los instrumentos que requiere el manejo del agua potable en las ciudades y localidades rurales, buscando garantizar el abastecimiento permanente a las personas y el manejo de aguas servidas y de las aguas lluvias para el cuidado de nuestro patrimonio natural y turístico.

Hernán König Besa

Gerente general de Essal.

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