El camino recorrido de la acuicultura de pequeña escala en áreas de manejo de la Región de Coquimbo

Jun 24, 2015

Doce caletas de pescadores de la Región de Coquimbo están innovando gracias al proyecto de Difusión Tecnológica de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo): «Fortalecimiento de las actividades de acuicultura en áreas de manejo de la Región de Coquimbo», bajo el Programa de Acuicultura de Áreas de Manejo, ejecutado por la Universidad Católica […]

Doce caletas de pescadores de la Región de Coquimbo están innovando gracias al proyecto de Difusión Tecnológica de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo): «Fortalecimiento de las actividades de acuicultura en áreas de manejo de la Región de Coquimbo», bajo el Programa de Acuicultura de Áreas de Manejo, ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN).

Esta iniciativa fue presentada el pasado 28 de mayo en el marco del «XXXV Congreso de Ciencias del Mar», durante el taller «Intervenciones en la Pesca Artesanal», que reunió por primera vez a investigadores de las ciencias del mar, las ciencias sociales, estudiantes, institucionalidad sectorial, empresas, organizaciones de base y federaciones de pescadores artesanales tanto de nivel regional como nacional.

Si podemos usar un calificativo quizás el mejor concepto sería hablar de un trabajo «pausado», donde hemos puesto una detenida observación en los procesos de aprendizaje, atención en el diálogo de saberes locales o tradicionales, minuciosidad en la elaboración de talleres, y un arduo trabajo en terreno, tanto por parte del equipo técnico del programa como de las organizaciones de pescadores artesanales que creyeron en esta alternativa de diversificación productiva. En este sentido, las comunidades costeras durante esta década han visto que es necesario buscar cambios de actitud y conducta, lo cual claramente ha sido el gran desafío.

Así entonces, no ha sido un trabajo fácil en el ámbito administrativo, pues su implementación se remonta a un proceso que significó el ajuste de las condiciones normativas a la medida que se iba realizando el ejercicio de solicitar autorización en las instituciones sectoriales correspondientes por parte de las organizaciones titulares de las áreas de manejo, ya que en un primer momento existía una suerte de obstaculización de su ejercicio debido a la serie de antecedentes y requerimientos descontextualizados de la realidad del sector artesanal. Hoy podemos decir que se ha avanzado paulatinamente, ajustándose la normativa de tal manera que se está facilitando un poco más su ejercicio en los territorios costeros.

Por tanto, la institucionalidad del sector también está transitando por sus propios caminos de aprendizaje. Por ejemplo, entre 2006 y 2010 se presentaron 15 solicitudes de acuicultura en áreas de manejo (AAMERB) mientras que entre 2011 y 2013, otras 16. Estos cambios han estado concentrados en dos regiones en Chile (Coquimbo y Los Lagos), sin embargo solo tres de ellas hoy cuentan con resolución.

A la luz de las complejidades del trámite multisectorial, en 2013 se instala un mecanismo intermedio de experimentación (Acuicultura Experimental en Áreas de Manejo – AEAMERB) que busca en su espíritu simplificar el procedimiento y, por otro lado, colocar un paso previo de evaluación (productiva, organizacional y comercial) a la obtención de las resoluciones de AMERB.

Así, entre los años 2013 y 2015, suman a nivel nacional 37 solicitudes de AEAMERB, contra 33 de AAMERB, es decir, el mecanismo alternativo se ha vuelto más importante que el inicial, demostrando capacidad de aprendizaje de las instituciones. Ahora estamos a la espera que se promulgue en el «Diario Oficial» el reglamento que autoriza a realizar acuicultura en el 40% de la superficie de las AMERBs y que fue aprobado por el Consejo de Ministros hace unas semanas.

Del total de AMERBs operativas en la Región de Coquimbo, el 30% (18/59) ha presentado o está implementando actividades acuícolas, en el caso de la Región de Los Lagos el 19% (25/132) y siguiendo la tendencia, la Región del Biobío se incorpora con el 11% (4/38).

Considerando lo anterior y definiendo que esta política pública seguirá su propio camino de desarrollo, el Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la Región de Coquimbo ha liderado este proceso dejando las experiencias de aprendizaje en los actores que se han ido interesando en esta etapa.

En términos prácticos, para sostener el Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo, desde la Universidad Católica del Norte y en trabajo conjunto con organizaciones de base, la Dirección Zonal de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de las regiones de Atacama y de Coquimbo y la Dirección Regional de la Corfo, se ha logrado obtener fondos para su implementación. Primero, mediante un NODO Acuícola (2011) que realizó un diagnóstico de los territorios que eran organizacional y biofísicamente más aptos para la acuicultura, luego con un «Programa de Difusión Tecnológica» (2013) que logró la implementación y desarrollo de la acuicultura y ahora con un segundo «Programa de Difusión Tecnológica» (2015), lanzando a fines del mes de mayo de 2015, que tiene el propósito de ampliar y profundizar lo realizado hasta ahora, para cerrar ciclos comerciales y buscar mecanismos de sustentabilidad que les dé a los territorios nuevas vías de desarrollo.

En este sentido, surgen también otros actores desde el sector privado como, por ejemplo, las mineras, que hoy están considerando, en el marco de las Resoluciones de Calificación Ambiental, acciones que promuevan el cultivo a pequeña escala.

El programa -a lo largo de estos cuatro años- ha intervenido en doce caletas de la Región de Coquimbo, utilizando para ello una metodología que considera en su centro la transferencia tecnológica entre pares, es decir, pescadores que saben de cultivo, dialogando con pescadores de otras caletas y profesionales observando, registrando y facilitando el diálogo de manera horizontal. Y, por otra parte, con actividades concretas, es decir, unidades pilotos de cultivo con sistemas longline en las AMERBs, para facilitar el intercambio de saberes y disponer de medios para un aprender-haciendo que sea significativo.

Los pasos a desarrollar de manera conjunta son: identificación del lugar, caracterización, elección de las especies (chicorea de mar – huiro, piure, ostión, entre otros), diseño de los sistemas de cultivo, armado de los sistemas, logística para la maniobra de instalación, instalación, siembra, monitoreo, cosecha, venta, y nuevo ciclo.

Sobre los resultados concretos, para concluir me quedo con una reflexión escuchada en la Asociación Gremial Guayacán: «el cultivo ha entregado un espacio de trabajo a la tercera edad del gremio, dado que los socios más viejos nos ayudan con las labores en tierra. Además, se ha ido consolidando un grupo que está interesado en el cultivo dado que repartimos plata tres veces al año. No es lo más importante para la economía de la casa, pero sirve para los gastos de marzo, Fiestas Patrias y de fin de año».

Finalmente, considerando los antecedentes expuestos podemos mirar atrás y decir que hemos dado pasos importantes que requieren ir acompañados no solo de una política pública, sino de una gobernanza que haga sostenible su ejercicio en tiempo, ya que la complejidad del proceso de apropiación de esta nueva actividad para los pescadores artesanales así lo amerita, como también una institucionalidad que lo promueva de manera pertinente.

Cristian Sepúlveda Cortés

Biólogo marino y director del PDT Acuícola Coquimbo

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