La evidencia histórica y científica nos muestra que la conservación de los océanos y el desarrollo de una acuicultura responsable son temas vitales para mantener la seguridad alimentaria de la población mundial. Esta premisa, nos permite fijar una hoja de ruta para los años venideros del sector acuícola.
En este sentido, las conclusiones surgidas del Seminario de Sustentabilidad en la Acuicultura, organizado por la carrera de Ingeniería en Acuicultura de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y llevado a cabo entre los meses de noviembre y diciembre pasado, entrega algunas pistas sobre los desafíos que la acuicultura debe asumir, para continuar desempeñando su importante rol en la vida de las personas.
En este sentido, podemos decir como primera aproximación que año a año se hace imperativo que el paradigma del ejercicio de la actividad acuícola debe cambiar y pasar de una visión con énfasis exclusivamente en la productividad, a uno más moderno, en el que el desarrollo de tecnologías, procesos y prácticas que permitan dar sostenibilidad a los ecosistemas marinos sea el punto fundamental de la industria.
Además, el sector debe tener consciencia de que el desafío está en el uso de fuentes de energías renovables y en el desarrollo de tecnologías de recirculación y aquaponía, con el fin de lograr la utilización eficiente del espacio, la energía y los nutrientes. De esta forma, lograr una industria próspera y exitosa, generando un reducido impacto ambiental.
Es importante también destacar que en estos tiempos en que el cuidado del medio ambiente es el tema central de toda industria, la producción acuícola debe estar siempre acompañada por el desarrollo de pesquerías sostenibles, especialmente en zonas de biodiversidad única, como son por ejemplo las islas oceánicas chilenas.
Como Facultad de Ecología y Recursos Naturales UNAB apoyamos el desarrollo de tecnologías para el cultivo de especies nativas y el óptimo aprovechamiento de los recursos provenientes de áreas de manejo. Somos unos convencidos de que el sector acuícola debe adoptar una visión ecosistémica y considerar en sus actividades un profundo respecto al medio ambiente, la biodiversidad y las comunidades donde se emplazan los proyectos.