¿Por qué es importante el correcto monitoreo del piojo de mar?

Oct 29, 2014

Del correcto monitoreo de la carga de cáligus depende la correcta toma de decisiones para su control. Esta es una de las medidas altamente relevantes para lograr un manejo adecuado del piojo de mar, y está incorporada en todos los planes de manejo implementados por los distintos países en los cuales el piojo de mar […]

Del correcto monitoreo de la carga de cáligus depende la correcta toma de decisiones para su control.

Esta es una de las medidas altamente relevantes para lograr un manejo adecuado del piojo de mar, y está incorporada en todos los planes de manejo implementados por los distintos países en los cuales el piojo de mar está presente. Pero para que esto funcione, se debe tener claridad respecto a la clasificación y distribución de los distintos estadios del parásito en los peces.

El ciclo de vida del Caligus rogercresseyi, parásito que afecta a los salmónidos de cultivo en Chile, presenta tres estadios de vida libre: nauplius-I, nauplius-II y el estado infectivo copepodito. En el pez se encuentran los cuatro estados de chalimus adheridos al pez por su filamento frontal, lo que los obliga a permanecer inmóvil en el sitio de adherencia hasta que se transforman en adultos, diferenciándose claramente los machos de las hembras, aún cuando ambos tienen un tamaño similar (5 mm aproximadamente).

En Lepeophtheirus salmonis, parásito que afecta a los salmónidos en el hemisferio norte, se distinguen dos etapas de pre-adulto, los cuales presentan un tamaño y morfología similar al macho adulto, dificultando su diferenciación en condiciones de terreno, por lo que para la clasificación de los distintos estadios en el pez se incorporó el concepto «adultos móviles» que incluye a machos y preadultos, los cuales además se diferencian claramente de las hembras por su morfología y tamaño, la que llega a medir hasta 12 mm en contraste al macho que mide alrededor de 5 mm.

La hembra ovígera se caracteriza por presentar un par de sacos que cuelgan de su abdomen, conteniendo en promedio 50 huevos por saco en C. rogercresseyi, a diferencia de las hembras de L.salmonis que contienen hasta 1.000 huevos por saco, por lo que la tasa de fecundidad puede ser hasta 20 veces mayor a la de C. rogercresseyi.

El ciclo de vida del cáligus no presenta los estados preadultos, por lo que el término «adultos móviles» que incluye a machos y hembras sin saco no debiera ser usado, ya que con esto se subestima la real tasa de infestación que ocurre en el pez y que es clave para cualquier estudio epidemiológico que se desee realizar.

Las hembras son las responsables de la generación de la progenie. De acuerdo con la evidencia científica disponible, las hembras una vez que alcanzan la etapa adulta son inmediatamente copuladas por un macho, generando hasta once generaciones de sacos ovígeros con solo una cópula del macho. Los sacos son generados con una frecuencia de cuatro días en verano y seis días en invierno. Esto significa que existe una alta probabilidad de que las hembras sin saco al momento del monitoreo porten sacos al día siguiente, provocando una subestimación del real número de hembras por pez.

Según los registros realizados en laboratorio, la proporción de machos y hembra generada por los huevos contenidos en los sacos es alrededor de 50%, pero esta situación cambia completamente al realizar los monitoreos en terreno, registrándose una relación de hasta 70% hembras y 30% machos, lo que es atribuido principalmente a la mayor resistencia que muestran las hembras a los tratamientos y a las condiciones adversas, generándose un cambio en la estructura poblacional sobre el pez.

De acuerdo con lo establecido por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en el PSEVC-Caligidosis, un centro de cultivo de alta diseminación es aquel que en el monitoreo semanal presenta una carga promedio ≥ 9 cáligus adultos totales. En los otros países la restricción está determinada por el número de hembras sobre el pez. Cualquiera sea el número propuesto, es importante que se considere a las hembras con saco y sin sacos.

Dra. Sandra Bravo

Ingeniera pesquera

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