¿Por qué los estudiantes no quieren estudiar acuicultura?

Nov 13, 2014

Esa es una de las preguntas que se vienen haciendo las universidades que imparten esta carrera, cuando a partir de 2006 se comenzó a registrar una baja importante de alumnos matriculados en las diferentes universidades, situación que ha provocado el cierre de esta carrera en la mayoría de estas casas de estudio, incluyendo a la […]

Esa es una de las preguntas que se vienen haciendo las universidades que imparten esta carrera, cuando a partir de 2006 se comenzó a registrar una baja importante de alumnos matriculados en las diferentes universidades, situación que ha provocado el cierre de esta carrera en la mayoría de estas casas de estudio, incluyendo a la Universidad Austral de Chile, la que discontinuó Ingeniería en Acuicultura a partir del año 2012.

Los argumentos esgrimidos por los diferentes actores aún se basan en que la razón de esta pérdida de interés por parte de los estudiantes se debe a la percepción de inseguridad en el clima laboral de la industria salmonicultora tras la aparición del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv). Lo cierto es que los resultados arrojados por las continuas encuestas aplicadas a los estudiantes de 3ro y 4to medio de los establecimientos educacionales de la Región de Los Lagos, siguen privilegiando las carreras clásicas del área de la salud, Derecho, Arquitectura, Ingeniería Comercial e Ingeniería Civil, carreras que llenan sus cupos.

Por supuesto la alta oferta de universidades en muchos casos ha obligado a bajar los puntajes de corte para admisión, lo que ha permitido que estudiantes que no alcanzan los 600 puntos, por ejemplo, logren ingresar a Ingeniería Civil dada la alta oferta por parte de las universidades. Hay que considerar que antes de 1981 en Chile habían ocho universidades, al 2008 aumentaron a 61, de las cuales solo ocho ofertaban Ingeniería en Acuicultura.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Católica del Norte en 2011, basado en encuestas aplicadas a 181.978 estudiantes en el periodo 2006-2010, se concluyó que los estudiantes que postulan a la universidad no tienen como preferencia las carreras de Ciencias del Mar, registrando para Ingeniería en Acuicultura solo 0,04% de las preferencias en ese periodo. Los estudiantes que han optado a Ingeniería en Acuicultura en los últimos años, corresponden, con algunas excepciones, a alumnos que ingresan con bajo puntaje, registrándose en la mayoría de las universidades puntajes de corte que bordean los 500 puntos, lo que dificulta su rendimiento, principalmente en la etapa inicial de la carrera que tiene un número importante de matemáticas, asignaturas que históricamente se han caracterizado por actuar como ‘colador’ en el área de las ingenierías, lo que desincentiva su preferencia.

Por otro lado, es la salmonicultura la actividad que concentra el mayor número de profesionales Ingenieros en Acuicultura, y aunque el porcentaje de empleabilidad es alto, una fracción importante se desempeña como asistentes y jefes en centros de engorda, los cuales realizan tareas que no requieren de una formación en ingeniería. Aún cuando los sueldos son altamente atractivos para profesionales recién egresados, los profesionales apelan a que están sobre-calificados para las tareas que se le asignan, siendo la lejanía de su familia el factor que más les afecta, junto con la escasa realización profesional.

Según el estudio de mercado laboral realizado por el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile para la industria acuícola salmonicultora presentado en junio de este año, los requerimientos de personal por parte de la industria del salmón para los próximos años estaría principalmente centrado en personal técnico más que universitario, para desempeñar labores en centros de engorda y plantas de proceso. Frente a este escenario, las universidades y centros de formación técnica debieran redefinir las actuales mallas curriculares, de acuerdo con los requerimientos de la industria y del país.

En el caso de las carreras de Ingeniería en Acuicultura, las mallas curriculares están en su mayoría desbalanceadas, tienen cuatro matemáticas, escasas asignaturas de ingeniería aplicada, abundantes asignaturas de corte biológico y escasas asignaturas en el área de la administración y economía, lo que les dificulta a los egresados alcanzar puestos de jefatura en su desempeño laboral. Las mallas curriculares debieran ser estructuradas teniendo en consideración el perfil que tendrá el egresado, de acuerdo con los requerimientos del mercado (industria, instituciones).

Es importante tomar como ejemplo la formación profesional impartida en los países en donde la acuicultura es también una actividad económica importante. De partida la carrera se llama solo Acuicultura, y por no ser ingeniería las mallas curriculares no están cargadas de matemáticas, entrando de lleno en los tres primeros años a asignaturas de formación profesional y asignaturas complementarias, como las estadísticas por ejemplo, que le permitirán lograr las competencias para el grado de bachiller, equivalente a técnico profesional universitario, lo que les permite ingresar tempranamente a la actividad laboral. Sin embargo, para los estudiantes que desean continuar con una especialización (nutrición; proceso; producción; salud de peces), se les vincula inmediatamente con un programa de magister, en la misma universidad.

Sin dudas, la educación en Chile requiere de una reingeniería para avanzar en el desarrollo del país. Lo relevante es entregarle al estudiante los conocimientos básicos, que le servirán de plataforma para su desempeño profesional, pero además es importante que los académicos que imparten las cátedras estén en sintonía con los requerimientos del mercado. No basta con tener un grado de doctor. La experiencia y vinculación con la industria es relevante.

Dra. Sandra Bravo

Ingeniera pesquera

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