En el siglo XVI lo llamaron kantén, luego que un japonés casualmente descubriera que esa alga era un gel reversible con muchas aplicaciones. En Malasia lo conocieron como agar, pero una vez que se vislumbró la cantidad de beneficios que la planta acuática entrega, se llegó al producto final llamado agar agar.

Pese a que este nombre no es común entre las personas, es muy utilizado como insumo en la industria alimenticia, farmacéutica, pastelería y últimamente en el lácteo, donde se aplica en el yoghurt light, manjar, queso cremoso, leche batida, budines, helados, mousse y mantequilla. Otros usos son para moldes dentales, propagación de plantas y cultivo de orquídeas.

Chile lo exporta a 40 países y es el mayor productor mundial, destacando por su calidad. En efecto, de las 7.500 t que se mueven en un año, unos 2.500 provienen de nuestro país, de acuerdo con lo informado en Estrategia.

"En Chile se cultiva el 90% de las algas graciláreas que se usan para producir el agar agar, por eso que se puede pensar en abarcar mercados sin problema", comentó Miguel Depolo, director gerente de Algamar, principal empresa chilena exportadora de este producto. Es por ello que el país presenta ventajas competitivas frente a sus principales competidores, que son China y Marruecos.

Mercados y aranceles

Chile exporta este "polvo blanco" desde los años 70, llegando a todos los continentes. Sus principales destinos son Japón, Rusia y Estados Unidos, los cuales, junto a los otros mercados mundiales, totalizaron US$ 46 millones en el 2006. De enero del 2007 a la fecha, la exportación alcanza US$ 35 millones, lo que muestra la creciente demanda del producto.

Si bien el agar agar lleva muchos años en el comercio internacional, en el último tiempo está exhibiendo un mayor dinamismo por el descubrimiento de mayores usos, especialmente en Asia.

Es así como el agar agar es un producto que tiene potencialidades en los países de religión musulmana y judía, ya que es 100% vegetal lo que les permite gelificar los alimentos sin problemas frente al tema kosher (alimentos que responden a la normativa bíblica judía) y halal (manufactura de un producto según lo establecido en el Islam).

"Este producto tiene un importante valor (unos US$ 20 por kilo), lo que hace que el arancel no sea alto, excepto en la Federación Rusa donde no existe TLC y el agar agar ingresa con un 16% de gravamen, pagando US$ 3 por kilo. En el caso de Japón, el arancel es de US$ 1 por kilo, el cual irá disminuyendo año tras año a raíz de lo estipulado en el acuerdo comercial, mientras que en la UE, Estados Unidos y México, el arancel es cero", comentó Depolo, agregando que lo importante es que los aranceles no limitan la comercialización.