Ayer en Puerto Montt: Workshop internacional analizó casos clínicos de patologías en acuicultura
Alrededor de un centenar de personas, entre representantes de las salmonicultoras, estudiantes e investigadores, conocieron casos que en el último año han puesto en riesgo la condición sanitaria de las empresas del rubro.

El esperado workshop “Patología en Acuicultura: Casos Clínicos 2013” organizado por el Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA) y el laboratorio Etecma cumplió con las expectativas y, ayer martes 7 de enero, hizo que el salón principal del Hotel Manquehue en Puerto Montt (Región de Los Lagos) se repletara para escuchar algunas de las experiencias más recientes en enfermedades que afectan a la industria mundial del salmón.
Fue así que en la instancia por auspiciada por Salmofood y Virotechnologies Inc., y patrocinada por XL Pixel, permitió que alrededor de un centenar de personas, entre representantes de las salmonicultoras (principalmente veterinarios), estudiantes e investigadores, conocieran casos que en el último año han puesto en riesgo la condición sanitaria de las empresas del rubro.
La encargada de abrir las presentaciones fue la histopatóloga senior del Marine Scotland Science –laboratorio nacional de referencia del país británico–, Dra. Patricia Noguera, quien se refirió a las patologías branquiales en salmónidos en Europa. Eso sí, primero dijo sobre la entidad estatal que representa que el objetivo máximo del Marine Scotland Science es “buscar la sostenibilidad de los rubros pesquero y acuícola, siempre bajo los parámetros del Animal Welfare (bienestar animal)”. Para esto, más de 350 profesionales se dividen en grupos de investigación, donde ella es parte del Programa de Acuicultura y Ambiente Marino.
Ya en el plano técnico, centró su ponencia en la Enfermedad Amebiana de las Branquias (AGD, por sus siglas en inglés), argumentando que las patologías branquiales se han convertido en una de las principales preocupaciones para la industria y las investigaciones que están concitando mayor tiempo y dedicación a los científicos del Marine Scotland Science.
“La AGD ha sido el mayor dolor de cabeza para los productores escoceses e irlandeses en los últimos años, más aún tratándose de un agente causal para otras enfermedades, como la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) y las enfermedades del Páncreas y del Sueño (PD y SD, por sus siglas en inglés, respectivamente)”, subrayó la Dra. Noguera, precisando que la especie más afectada por la AGD es el salmón Atlántico (Salmo salar), aumentando hasta en un 20% sus costos de producción debido a los tratamientos, especialmente en agua dulce.
Sobre esta enfermedad que está presente en Australia desde la década de los ’80, la especialista del Marine Scotland Science puntualizó que en Noruega se reportaron casos aislados en 2006, para luego ver una incidencia “significativa” en 2012. “Las alertas por esta patología, causada por Paramoeba perurans, radica en que la mortalidad que provoca puede exceder el 50%”, puntualizó la Dra. Noguera.
La AGD se expresa fundamentalmente a través de un incremento de secreción y acumulación del mucus, la adhesión de filamentos “clumping” y manchas/parches blancos-grisáceos. “Es un problema a la hora de analizarlo porque al estar tan estresado el pez, más de 45 segundos fuera del agua pudiera causarle la muerte. Además, se debe ser sumamente cuidadoso cuando se tomen las muestras, puesto que los filamentos comprometidos de las branquias están altamente sensibles”, dijo la investigadora.
Sobre los factores asociados a AGD, precisó que se encuentran las altas salinidades, altas densidades de carga, genética del stock, turbidez, mayores temperaturas, entre otros.
El Marine Scotland Science también está investigando en los peces salvajes y en la obtención de reservorios a partir de estos, además de la presencia de la ameba en el mar. Asimismo, están analizando la variabilidad genética del patógeno en diferentes zonas geográficas y comparándolo con parámetros medioambientales y respuestas del hospedador.
Concluyó que hay factores como el uso masivo de peróxido de hidrógeno, donde carecen investigaciones sobre cantidad de dosis, técnicas de manejo, entre otros, lo que pudiera generar casos similares a la poca efectividad que han tenido fármacos en afecciones como el cáligus.
Epiteliocistis
Tras la representante del Marine Scotland Science, fue el turno de la investigadora del CIBA, Camila Leiva, quien se refirió a los antecedentes patológicos y epidemiológicos del primer registro de epiteliocistis en salmón coho (Oncorhynchus kisutch) en Chile.
La joven profesional explicó que es una enfermedad bacteriana del orden de las clamidias con una mayor incidencia en Noruega. “Produce principalmente lesiones branquiales, sin embargo, se han reportado lesiones cutáneas”, afirmó Leiva.
Sobre los primeros antecedentes epidemiológicos, dijo que afecta principalmente al salmón coho, tanto en agua dulce como en centros de cultivo (peces menores de 1 kg), asociándose en el primer caso con flavobacteriosis y al virus de la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPNv, por sus siglas en inglés), mientras que en mar a Piscirickettsia salmonis (SRS).
“Las técnicas diagnósticas son la histopatología, PCR y la secuenciación para la identificación genética. Ahora bien, las acciones futuras debieran estar enfocadas en la estandarización de los procesos de diagnósticos; mantener vigilancia, no solo en los coho sino que también en otras especies; determinar el significado clínico de la infección; evitar la transmisión a otros centros, tanto de agua como en mar”, subrayó Camila Leiva.
Cataratas
Posteriormente subió al escenario el director técnico del CIBA y el laboratorio Etecma, Marcos Godoy, para hablar sobre los antecedentes epidemiológicos y patológicos de la presentación de cataratas en salmón Atlántico en Chile y los casos presentados en 2013.
Cualquier opacidad que se presente en el cristalino se llama cataratas. Han sido catalogadas en un score de 0 a 4 en cada ojo, mientras que la suma de ambos entrega el grado de cataratas del pez. Según los parámetros sostenidos por Godoy, sobre 3 los peces ven afectada su visibilidad y una vez alcanzado el grado 6 ya se puede hablar de ceguera.
“Las cataratas en salmónidos es una patología no infecciosa, eso sí, constituyen un hallazgo frecuente en los centros de cultivo y relativamente frecuente en las mortalidades”, comenzó diciendo Godoy, antes de precisar que la información obtenida en el último año corresponden a datos “muy preliminares de estudio”.
Hace un par de años los casos de cataratas no eran mayormente tomados en cuenta, sin embargo, el aumento de los registros en 2013 han despertado la atención de los productores e investigadores. Fue así que Godoy lideró una investigación donde se analizaron 7.000 peces de toda la industria (distintas áreas de producción, regiones, empresas), alimentados con diferentes proveedores, sembrados en distintas épocas del año, cada compañía con sus propias técnicas de manejo, entre otros, se concluyó que un 47% de los ejemplares muestreados tuvieron algún grado de cataratas.
Específicamente, si se toman en cuenta los centros del área de Melinka (Región de Aysén), un 23% presentó algún compromiso ocular; mientras que en Puerto Cisnes un 52% de los salmones Atlántico sembrados presentaron grado 3.
“Como conclusión, e independiente de los datos de los años anteriores, podemos afirmar que 2013 es clínicamente diferente a lo que habíamos percibido con anterioridad”, enfatizó Godoy.
Sobre las causas, dijo que son multifactoriales, desde infecciosas hasta ambientales (temperaturas, luz, deficiencias nutricionales) y genéticas; pudiéndose mezclar los factores.
Factor histidina
El director técnico del CIBA y Etecma ahondó que a mediados de los ‘90 la incidencia de cataratas presentó una tendencia alcista en el Hemisferio Norte cuando se omite la harina de sangre de mamíferos como fuente proteica. “En 1998, el 82% de los sitios en Noruega presentaron cataratas y los primeros estudios concluyeron que la disminución de histidina (aminoácido esencial) en las dietas está ligado con la aparición de la enfermedad. Específicamente, en teoría se habla que un mínimo de 7 gramos de histidina por kilógramo de alimento ayudaría para contrarrestarlo, sin embargo, investigaciones más recientes evidencian que la mitigación y prevención de cataratas se encuentra por sobre este valor”, argumentó Godoy.
Junto con el reemplazo de harina de sangre, se han ido incluyendo aceites vegetales en las dietas, lo que, según Godoy, “también estaría conectado con la aparición de cataratas, datos que han podido ser recogidos tras los análisis en base al uso de histidina N-acetil (HNA)”.
Godoy concluyó entregando algunas claves para los productores: “vigilancia clínica; caracterización patológica; complementar análisis de laboratorio; y asesoría de nutricionistas, son determinantes para un buen manejo de la enfermedad”, finalizó el representante del CIBA y Etecma.
ISA en Chile
Tras Marcos Godoy fue el turno del profesor en virología y director del Departamento de Patología y Microbiología del Atlantic Veterinary College de la Universidad de Prince Edward Island (Canadá), Dr. Fred Kibenge, quien repasó la epidemiología molecular de la reemergencia de la Anemia Infecciosa del Salmón(ISA) en Chile y los casos presentados en el último año.
Según el Dr. Kibenge, entre 2004 y 2007 comenzaron los signos que la industria estaba empezando a experimentar importantes problemas sanitarios, gatillados fundamentalmente por el aumento en las cargas de cáligus y manejos productivos deficientes, como altas concentraciones de biomasa, baja calidad de los smolts, no existían los cortafuegos entre los centros de cultivo, tampoco tratamientos coordinados, entre otros.
Detalló que el año 2007 se constituyó el primer reporte de un brote en el Hemisferio Sur, mientras que en el 2008 el primer caso de HPR0 (Chile). “Es llamativo que primero se haya expresado una cepa virulenta y luego HPR0. Nuestros análisis determinan que ingresó al país una cepa virulenta y mutó hacia esta cepa no virulenta”, argumentó el Dr. Kibenge, asegurando que los casos de HPR0 están asociados a SRS y que la “presencia de esta cepa representa un riesgo de reemergencia de los casos virulentos de ISA”.
De igual manera, precisó que el virus puede permanecer en las jaulas por seis meses sin presentar mortalidades, y luego de este tiempo expresarse con tasas de mortalidad de hasta un 90%.
En materia más específica, explicó que el segmento 6 en el HPR3 no se puede determinar que está relacionado con el HPR0, a diferencia del HPR14 que sí se puede conectar su relación. “Estos pasos nos ayudan a decir que en Chile no hubo un nuevo ingreso de cepas sino que fueron mutaciones del mismo virus”, subrayó el investigador de la Universidad de Prince Edward Island, concluyendo que el mayor desafío de la industria en la materia es saber cómo lidiar con el HPR0.
Para cerrar el workshop se presentaron el gerente técnico de CIBA/Etecma, Dr. Rudy Suárez, quien habló sobre los antecedentes patológicos y epidemiológicos de la Inflamación del Músculo Esquelético Cardiaco (HSMI, por sus siglas en inglés) en Chile, y nuevamente la Dra. Patricia Noguera para repasar la patología y diagnóstico diferencial de enfermedades virales cardiacas en salmónidos: HSMI, Síndrome Cardiomiopático (CSM, por sus siglas en inglés) y la Enfermedad del Páncreas (PD, por sus siglas en inglés).
En su intervención, el Dr. Rudy Suárez detalló que los primeros casos de HSMI en Chile se reportaron en 2010 y añadió que le llama la atención que en nuestro país la notificación sea pasiva, a diferencia de Noruega donde es obligatoria, es decir, queda a criterio de las compañías el reporte de sus condiciones sanitarias en este ámbito.
Por su parte, la Dra. Patricia Noguera concluyó sobre el PD que más que la afección al páncreas lo que determina los problemas es la miocarditis, es decir, los efectos cardiacos. En este sentido, sostuvo que el PD, CSM, HSMI están conectados porque cada patología respondería a una fase determinada del desarrollo de enfermedades cardiacas, “por lo cual es fundamental saber qué medidas tomar en cada una de esos escenarios”, finalizó la investigadora del Marine Scotland Science.
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