La Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados aprobó y despachó a Sala la moción que modifica la Ley 18.892, General de Pesca y Acuicultura (LGPA) en materia de prohibición de captura de especies salmonídeas provenientes de cultivos de acuicultura (boletín 11571).

El proyecto fue calificado por los legisladores como de gran importancia para los pescadores de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, donde se ubica gran parte de la industria salmonicultora ya que, debido al escape y otras situaciones, hay muchas de estas especies en los mares interiores que hoy no pueden ser capturadas por los pescadores, dada la existencia de sanciones e infracciones que se aplican, inclusive descartándolos, botándolos o devolviéndolos al agua.

El presidente de la Comisión de PescaGabriel Ascencio (DC), explicó que la idea de la propuesta es que los artesanales puedan en cualquier momento imgcapturar los salmones que andan «libremente en el mar» y cuya propiedad puede ser objeto de discrepancia.

«Lo que hemos establecido como regla general es que los pescadores artesanales inscritos en el registro pesquero puedan capturar. Hemos establecido que si se produce un escape de salmones entonces se suspende esa regla general y se da un plazo de 60 días para que la empresa pueda recapturarlos, porque si no los infraccionan. Y que la industria pueda hacer una asociación con las organizaciones artesanales para que los ayuden a recapturar. Vencido ese plazo, de nuevo se vuelva a la regla general», precisó.

El diputado Javier Hernández (UDI) destacó el proyecto, no obstante, precisó que se opuso al artículo primero, porque estimó que nadie puede asegurar la inocuidad alimentaria de los salmones. Detalló que era partidario de haber incorporado algunas indicaciones del diputado Jaime Tohá (PS) que permitían poder comercializar o que las empresas a las que se les hayan escapado los salmones paguen el valor de mercado al pescador para que se produzca un incentivo adecuado y se recapturen aquellas especies.

«Lo que no se puede asegurar por ninguna parte de la ley es que esto es inocuo y cuando no es inocuo corre riesgo la salud de las personas. Ese es el único punto que yo tengo de diferencia. El resto de si es blanco o negro, si estamos a favor o en contra de los pescadores artesanales, yo creo que nadie está en contra de los pescadores artesanales, pero sí tenemos una obligación superior que es la seguridad alimentaria y la seguridad alimentaria tiene que ver con la inocuidad alimentaria y eso significa que no debiesen tener trazas de antibióticos», puntualizó en una nota publicada en el sitio electrónico de la Cámara.

El congresista agregó que, «como la industria utiliza muchos antibióticos, es evidente que cualquier salmón escapado pueda significar que uno no tenga antecedentes respecto a su trazabilidad; es decir, desde su nacimiento hasta el momento de su escape y que pueda significar un riesgo para la salud de las personas».

Esta norma, que será analizada próximamente en la Sala, impone sanciones para impedir el robo o la rotura intencional de las jaulas de proceso de las salmonicultoras, con la finalidad de cautelar también el desarrollo de la industria.

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