Acuicultura Oceánica: Una realidad estratégica para el mundo
Las bases para la conquista acuícola del altamar son múltiples. En primer lugar se encuentra el gran espacio que ofrecen los mares. La producción de salmónidos de Chile y Noruega, que suman casi 2 millones de toneladas, se realiza en un área que significa solo el 0,0000253% de los océanos.

Para corroborar lo anterior es cosa de apreciar lo que está sucediendo en Noruega, el principal productor mundial de salmónidos y que ya está corriendo 25 proyectos de acuicultura oceánica (AO). Se calcula que la inversión en Investigación y Desarrollo ya ha superado los US$300 millones.
A juicio del relator de la charla, el director de Oceanic Food Solutions, Rodrigo Sánchez, las bases para la conquista acuícola del altamar son múltiples. En primer lugar se encuentra el gran espacio que ofrecen los mares. “La producción de salmónidos de Chile y Noruega, que suman casi 2 millones de toneladas, se realiza en un área que significa solo el 0,0000253% de los océanos. Es decir, queda mucho espacio disponible para la acuicultura”, expresó Sánchez.
En segundo término se encuentran las restricciones normativas. “Por ejemplo, a principios de la década del 2000 se permitían densidades de hasta 20 kilos por metro cúbico. Las últimas regulaciones hablan de entre 3 a 5 kilos por metros cúbico, con lo que se merma la rentabilidad del negocio y nos pone en una importante desventaja respecto a otros países acuicultores, apuntó Sánchez.
De igual forma, se debe tener en cuenta el crecimiento de la población mundial y las mayores demandas de proteínas que ello conlleva. “Difícilmente, el mayor volumen requerido provendrá de la tierra, dado que faltan espacios para cultivar y existe un exceso de consumo de agua dulce y químicos, entre otros aspectos. Por lo tanto, los océanos serán la fuente de mayor crecimiento de la producción de proteínas a nivel global”, confirmó el ejecutivo.
AO: La nueva esperanza
Pero la importancia de conquistar los mares pareciera que no solo radica en la alimentación mundial, también es un tema geopolítico y así lo están advirtiendo corporaciones de importancia global. Peter Drucker, uno de los reconocidos filósofos del management moderno, además de Robert Orr, miembro de un fondo de inversión acuícola relacionado a la familia Walton (dueños de Wal-Mart), aseveraron recientemente que la AO “se proyecta como uno de los negocios más promisorios hacia el futuro”.
Como se dijo anteriormente, estas mismas premisas son las que han motivado al gobierno Noruego, investigadores y empresarios, a apostar fuertemente por la AO, “y no solo de centros de cultivo en zonas más expuestas, sino que a través de barcos de cultivo que no necesariamente están regulados debido a que pueden operar en aguas internacionales y que, incluso, pueden llevar su producción frente a los mercados de destino”, resaltó Rodrigo Sánchez. Los costos de producción son competitivos.
Y si bien en el mundo hay varias iniciativas, en Chile también se encuentran a través de la propuesta de Ocean Arks Tech, compañía compuesta por varios experimentados ejecutivos del rubro naviero y acuícola que diseñaron un artefacto naval con capacidad para cultivar 3.900 toneladas métricas de salmónidos u otras especies en sus ocho jaulas de 40m x 40m aproximadamente. Lo importante es que tratarán “de peces criados sustentablemente como un cardumen natural oceánico, lo que seguramente el mercado premiará con mejores precios”, finalizó Sánchez.
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