[+FOTOS] Sea Lice 2018: Noruega apuesta por los métodos no farmacológicos
Kari Olli Helgesen, de Noruega, presentó un estudio donde se analizaron los cambios que se han producido en el manejo del parásito en el país escandinavo, pasando desde un alto uso de químicos a la búsqueda de alternativas más naturales.

Este martes 6 de noviembre, continuaron las exposiciones, tanto en formato oral, como posters, que están dando vida a la conferencia internacional Sea Lice 2018, que se está realizando en el hotel Dreams de Punta Arenas (región de Magallanes) y que es organizada por el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal, de SalmonChile), Incar, la Universidad de Magallanes y el Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile.
En la jornada de la mañana, se abordaron temas relacionados con el tratamiento y control del piojo de mar, con bastante énfasis la tendencia que se está observando en Noruega por reducir el uso de químicos e impulsar el uso de métodos no tradicionales.
Para entrar en contexto, la investigadora del Instituto Noruego Veterinario, Kari Olli Helgesen, presentó un estudio donde se analizaron los cambios que se han producido en el manejo del parásito en el país escandinavo en los últimos años. Comentó que en Noruega la estrategia se concentró, por bastante tiempo, en el uso tanto de fármacos orales como administrados a través de baños, los cuales se utilizaron en algunos momentos con alta intensidad.
“En principio, los peces eran sometidos a tratamiento en promedio una vez al año. Luego, en 2008, se produjo un ligero aumento, alcanzando en 2014 su punto máximo cuando todos los peces fueron tratados en promedio más de cinco veces en un año”, dijo la investigadora. No obstante, en 2017 el uso declinó a un nivel nunca visto en diez años. Esto se debe, probablemente, a la aparición de problemas de resistencia que complicaron el manejo. Desde entonces, los productores han intentado dejar de lado los tratamientos químicos, apostando por métodos alternativos, como los peces limpiadores, terapias de baño con agua caliente u otros tipos de remoción mecánica.
Sin embargo, los investigadores han querido averiguar cómo funcionan estos métodos no tradicionales y los alcances que pueden tener. La investigadora de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, Melanie Andrews, abordó este tema, presentando un estudio donde se desarrollaron métodos de bioensayo in vitro que se espera puedan ayudar a determinar la eficacia de los tratamientos tanto con agua dulce como con agua caliente indicados para combatir el piojo de mar (Lepeophtheirus salmonis).
Bajo este trabajo, se logró desarrollar dichos métodos. Lo cierto es que, según lo expuesto por la especialista, los resultados de estos deben ser discutidos en detalle, con el fin de poder llegar en el futuro a tener certeza sobre la eficacia de los tratamientos. También se debe estudiar si estas alternativas causan estrés en los peces. Por ahora, se adelantó que “todas las etapas de piojos incluidas en el estudio mostraron tolerancias mucho más altas de lo que se esperaba tanto para la baja salinidad como para el tratamiento con calor”.
Más adelante, la científica noruega, Lena Geitung, expuso sobre el potencial de las “jaulas snorkel”, un nuevo desarrollo en el cual están trabajando algunas compañías del Hemisferio Norte mediante el cual se pretende prevenir el contacto de los peces con los parásitos. Según lo explicado, esta alternativa consiste en una “jaula estándar con una red de techo que permite que los peces estén a mayor profundidad. También tiene un tubo de lona cerrada para que el salmón tenga acceso a tomar aire de la superficie para llenar su vejiga natatoria, evitando que se sitúe en las aguas superficiales que es donde las larvas de piojo de mar son más abundantes”.
De acuerdo con lo observado en ensayos, las jaulas snorkel permitirían reducir hasta en un 50% el número de tratamientos contra el piojo de mar, de modo que se cree que esta tecnología podría tener mucho potencial. De hecho, en noviembre de 2017 se inició un nuevo ensayo comercial para probar cómo funciona situando a los peces a diferentes profundidades.
En este mismo sentido, el investigador de Instituto de Investigaciones Marinas de Noruega, Frode Oppedal, abordó la posibilidad de reducir la infestación por piojo de mar en los cultivos de salmónidos utilizando cúpulas de aire para rellenar la vejiga natatoria durante la inmersión continua. Según lo precisado por el experto, es un hecho que los salmones que nadan más profundo se contagian menos con el parásito. Esto podría solucionarse con jaulas sumergibles, pero los salmones necesitan rellenar su vejiga natatoria regularmente. Por eso, “una posibilidad es ofrecer aire a los peces a través de una bolsa de aire sumergida en la jaula”, comentó el experto.
Las conclusiones arrojaron que es posible para salmones de talla pequeña o mediana utilizar estas cúpulas de aire para rellenar la vejiga. Además, se mencionó que 3 metros de diámetro provee un área suficiente para unos 10.000 peces. El próximo paso es analizar esta propuesta a escala comercial, con una verdadera presión de infestación.
Lo cierto es que los noruegos no quieren volver a usar, de manera intensiva, fármacos y químicos y se están realizando estudios y ensayos tendientes a probar diversas alternativas que puedan llevar a un manejo más sustentable del piojo de mar.
Aquí algunas fotografías de la segunda jornada de Sea Lice 2018:
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