El nuevo Centro de Investigación y Validación de Materias Primas para la Acuicultura de Skretting -denominado en inglés como Aquaculture Research Centre (ARC)- está ubicado en la localidad de Pargua, comuna de Calbuco, región de Los Lagos, Chile, a pocos metros de la planta de producción que la compañía ya posee en el sector, y se suma a los seis centros de investigación de Skretting en Noruega, Italia, China, Japón, Australia y Ecuador.

Pero, ¿cuál es el valor agregado de este nuevo centro de experimentación? En palabras de Juan Gutiérrez, quien es el Validation Unit Manager de ARC Pargua, existen dos fortalezas: «la primera, nuestro centro está 100% enfocado en la validación de dietas, es decir, en la evaluación de las diferentes materias primas, aditivos y suplementos que componen nuestras dietas, y que tienen un efecto específico en la performance de los peces, según las características nutricionales del alimento y los requerimientos del cliente. Existen otros centros que definieron sus focos en temas sanitarios específicos, o en un mix entre ensayos sanitarios y no sanitarios. ARC Pargua no trabajará con patógenos (al menos en esta primera etapa), concentrando todos los esfuerzos en la validación de dietas y en el trabajo en conjunto con los clientes».

La segunda, adujo Gutiérrez, es «la tremenda ventaja que existe en validar nuestras dietas con peces propios, criados en el mismo centro de validación. Hoy no todas las empresas que hacen ensayos tienen producción propia, ya que muchas veces no es el foco de su negocio, pero la garantía final que te da producir tus propios peces es invaluable, te da una certeza de su trazabilidad, cuidado y calidad, además de favorecer la confiabilidad de los datos y resultados que se obtienen de las diferentes experiencias que se lleven a cabo, algo que puede ser trasmitido al cliente sin duda alguna», aseguró el ejecutivo.

ARC_2018_1

Como línea aparte, ARC Pargua permitirá a Skretting la posibilidad de realizar alianzas y trabajos colaborativos con diferentes actores locales, como universidades e institutos, con quienes se están explorando intensiones de colaboración, sobre todo con aquellas que imparten carreras y programas en áreas especializadas de la acuicultura. «Ellos necesitan contar con espacios acondicionados para llevar a cabo experiencias prácticas para sus alumnos y, al mismo tiempo, es interesante para nosotros el poder aprovechar esta vinculación para potenciar los conocimientos de nuestros propios trabajadores, a través de programas de magíster, diplomados, entre otros, generando un trabajo colaborativo y recíproco».

La misma figura podría darse con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en Temuco, región de La Araucanía, quienes están interesados en involucrar a productores locales para revisar materias primas nuevas o subproductos que sean una opción para la acuicultura. «Realizaríamos un trabajo de vinculación y de entrega de conocimiento tecnológico, con la finalidad de proporcionarles herramientas que les permitan visualizar sus oportunidades. Posteriormente, los productores y el INIA podrán seguir avanzando en las mejores fórmulas para lograr volúmenes críticos de producción que les permitan tener algún grado de competitividad en esta industria, generando reales opciones de materias primas que puedan ser interesantes de incorporar en nuevas dietas comerciales», ahondó Juan Gutiérrez.

Tendencias globales

Las instalaciones de ARC Pargua cuentan con sistemas de recirculación de agua dulce y agua de mar, esto último, una novedad que da pie para explorar estrategias de preengorda u otras fases que podrían realizarse en tierra, en sistemas cerrados, los cuales permiten controlar mejor las variables ambientales y productivas, antes de ingresar los peces al mar.

Skretting ARC Pargua

«Estamos a la vanguardia en lo que a producción se refiere. Sin duda el modelo del futuro va a tomar este rumbo, al permitir controlar y modelar las condiciones ambientales que necesitan los peces antes de pasar definitivamente al mar. Los sistemas de recirculación marinos funcionan en forma similar a los de agua dulce, pero requieren de dimensionamientos y evaluaciones distintas, tanto para los sistemas de bio-filtración, tratamientos mecánicos y otros sistemas, como para la esterilización de agua, donde estamos considerando incluso hasta cuatro veces más equipos para garantizar la calidad sanitaria del agua de mar», expresó la R&D Production Manager, Liliam Rioja, quien estará a cargo del funcionamiento de ARC Pargua y de las doce personas que operarán el centro.

«El beneficio de estos sistemas cerrados es que son mucho más sustentables que los sistemas de flujo abierto, los cuales involucran el uso de una cantidad de agua notablemente mayor», aseveró Liliam.

La puesta en marcha

El nuevo centro cuenta con 2.650 m2 construidos en los cuales se emplazaron 74 estanques, 48 de estos para ensayo (24 para agua dulce y 24 para agua de ARC Pargua1mar). Los 26 estanques restantes están destinados a producción de peces, desde ova hasta peces de 1kg.

ARC Pargua pondrá en marcha su etapa de producción mediante el ingreso de cinco grupos de salmón Atlántico (Salmo salar) en distintos estadíos: smolts de 160 gramos, presmolt de 80 gramos, alevines de 20 gramos y de 1 gramo, además de un batch de ovas ojo.

«La idea es probar todos los sistemas a la vez, pasando por todas las fases productivas, desde incubación a la engorda (hasta 3 kg en estanques de ensayos marinos). El plan productivo está pensado con el objeto de llegar a tener hasta 9 batchs en un mismo momento (en diferentes estadíos productivos), de tal manera de disponer de los mejores peces para ensayos todo el tiempo», concluyó Liliam Rioja.