El cambio climático, el suministro responsable de ingredientes marinos y la salud de los peces, se encuentran entre los desafíos de sustentabilidad inmediatos que enfrentan los acuicultores. Esto, según una reciente encuesta de Cargill realizada en mayo de 2019 con clientes y socios de la industria. Al mismo tiempo -subrayó la gigante estadounidense-, el rubro ve oportunidades a largo plazo en expansión más allá de las zonas costeras y el éxito de los Sistemas de Recirculación de Acuicultura (RAS, por su sigla en inglés) en el horizonte.

«Cargill ha estado informando sobre el progreso de la sustentabilidad durante una década», aseguró Adriano Cesar Marcon, presidente del negocio de nutrición acuícola de Cargill. «Junto con nuestros socios de la industria, hemos logrado un progreso significativo en la reducción de nuestra huella ambiental, como se describe en nuestro Informe de Sustentabilidad de 2018. Esta encuesta refuerza nuestro optimismo de que la industria de la acuicultura se dirige hacia un futuro aún más sostenible», añadió.

Los resultados de la encuesta demuestran la importancia continua de temas como las nuevas materias primas, los ingredientes marinos certificados y la trazabilidad para que la acuicultura sea una fuente importante de proteínas sustentables.

«Una de las ONG que respondió nuestra encuesta, hizo una gran pregunta: ¿puede la acuicultura adaptarse al cambio climático y ser una fuerza para la adaptación de nuestro sistema alimentario al cambio climático?», detalló Marcon. «La respuesta es un sí rotundo. Estamos en una excelente posición para enfrentar este desafío a través de nuestras colaboraciones e innovaciones que continúan impulsando la productividad del cliente, las asociaciones y el compromiso de nunca dejar de buscar las soluciones a los mayores desafíos de la industria», enfatizó el ejecutivo, quien sostuvo que Cargill demuestra un progreso medible en áreas clave en el Informe de Sustentabilidad Cargill Aqua Nutrition 2018.

En esa línea, dijo que Cargill invierte más de US$10 millones por año en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) para satisfacer las necesidades nutricionales de los peces, incluidos los ingredientes de alimentos de origen responsable. «También trabajamos con nuestros proveedores para apoyar el desarrollo de nuestros objetivos de sustentabilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Como resultado, el 100% de la soya utilizada en Noruega y Escocia fue certificada ProTerra y el 32,3% de nuestros ingredientes marinos se obtuvieron de recortes y desechos de la pesca. En 2018, Cargill también continuó colaborando con los proveedores para lograr fábricas certificadas por IFFO RS y pesquerías certificadas por el MSC», explicó Marcon.

Añadió que a nivel mundial, Cargill obtuvo el 43% de sus ingredientes marinos de las pesquerías certificadas por el Marine Stewardship Council (MSC), «como lo demuestra nuestra iniciativa con World Wildlife Fund (WWF) para estudiar la sostenibilidad y la gestión de las poblaciones de peces silvestres de las que Cargill se abastece. Y esperamos continuar la colaboración con WWF en la búsqueda del objetivo de la compañía para 2025 de obtener todos los ingredientes marinos de las pesquerías certificadas por el MSC», aseveró.

Para más detalles, revise el Informe de Sustentabilidad de 2018 Cargill Aqua Nutrition en cargill.com/sustainability/aquaculture/aquaculture-sustainability-reporting