Humphreys acordó mantener la clasificación de riesgo de los bonos emitidos por Agrosuper S.A. en «Categoría AA», mientras su tendencia se mantiene en «Estable».

Dentro de las principales fortalezas que dan sustento a dicha clasificación, Humphreys dijo haber considerado el liderazgo que la compañía tiene dentro del mercado local en términos de venta e integración de sus procesos productivos, «lo que redunda en una mayor eficacia en el control de los costos y la calidad de los productos (con marcas reconocidas como Super Pollo, Super Cerdo, Sopraval, La Crianza, AquaChile, Super Salmón y King)».

Otro elemento que favorece la clasificación de riesgo, y que está asociado con la importante participación de mercado del emisor, «es la extensa, experimentada y probada red de comercialización, que cubre casi la totalidad de la población del país. En la misma línea, destaca el fuerte posicionamiento de marca que ostentan los productos de la empresa en el ámbito nacional y la capacidad exportadora que se ha fortalecido en los últimos años con un crecimiento relevante de sus ventas al exterior (en especial, luego de la adquisición de AquaChile que le permite exportar más de un 50% de los ingresos a partir de 2019) con cobertura en cuatro continentes y más de 60 países», añadió Humphreys.

Luego, subrayó que considerando las limitantes propias del negocio, la empresa presenta una oferta de carne variada (pollo, cerdo, pavo y salmón) y productos con diferentes cortes, aspecto que también fue considerado en el análisis, ya que permite un mayor valor agregado, de manera de aprovechar la diferente valoración existente en los mercados para las distintas presentaciones de cortes de carne, extrayendo un mayor excedente de los consumidores.

«La clasificación de riesgo incorpora como elementos favorables la extensa y exitosa experiencia del grupo controlador en el rubro (todas las actividades tienen una antigüedad superior a diez años y la del pollo, en particular, se remonta a 1955); la adecuada capacidad de negociación frente a los intermediarios locales (dado el posicionamiento de las marcas y su importancia relativa como oferente dentro de la industria, la firma es un líder indiscutido en producción); el elevado estándar del manejo sanitario (entre otros, cuenta con certificaciones en calidad de sus productos, higiene y planteles de animales aptos para consumo humano con trazabilidad en la cadena productiva); y la estructura productiva, tanto por la diversificación de animales como por las plantas o centros productivos que posee la empresa, lo que atenúa los efectos de pestes y virus que puedan afectar los pollos, cerdos, pavos y salmones (cuenta con doce plantas de proceso). Además, se reconoce el crecimiento en la escala de ventas luego de la reciente adquisición de los activos de Salmones Friosur el año 2018 y Empresas AquaChile en 2019, operaciones que han llevado a Agrosuper a convertirse en el mayor grupo exportador de salmón chileno y uno de los actores más importantes del mundo en esta línea de negocio», ahondó la clasificadora de riesgos.

Si bien la nueva operación ha incrementado los niveles de endeudamiento relativo de la compañía, la clasificadora trabaja con el supuesto que se trata de una situación que debiera revertirse en el corto-mediano plazo, esto por lo informado por la propia Agrosuper y por el hecho que el apalancamiento actual de la empresa no se alinea con lo exhibido en el pasado, donde mostró una posición conservadora en la materia.

Finalmente, dentro de los aspectos positivos, se incluye la existencia de seguros de crédito, lo que reduce significativamente el riesgo por incumplimiento de clientes.

Desde otra perspectiva, la clasificación de riesgo se ve restringida, entre otros elementos, por la variación en el precio de los sustitutos como la carne de vacuno, dado que una baja en el valor podría afectar la oferta y la demanda en la carne de pollo, pavo, cerdo, disminuyendo así los precios de estos y mermando los ingresos.

Además, subrayó Humphreys, se ha considerado en la clasificación de riesgo la importante concentración de ingresos que presenta la compañía respecto de las ventas de salmón, posterior a la adquisición de AquaChile y Friosur, que a marzo de 2019 representa un el 42,5% de los ingresos presentando una mayor exposición al precio internacional de los salmónidos, variable que se encuentra fuera de su control.

Conozca el detalle de las exportaciones de salmónidos chilenos del primer semestre

«Por corresponder a bienes commodities, los resultados de la empresa se ven expuestos a las variaciones que ellos experimentan. De esta manera, la clasificación recoge como factores adversos dicha exposición de la empresa a las fluctuaciones propias en el precio de los productos comercializados y los riesgos propios de la naturaleza a los que está afecta la actividad. Atenúa lo anterior, la amplia gama de productos que ofrece la compañía y el reconocimiento de esta en el mercado que le permiten tener una mayor estabilidad en los ingresos», adujo Humphreys, precisando que otro elemento incorporado dentro del proceso de evaluación es el efecto negativo de eventuales aumentos en las tarifas navieras sobre la rentabilidad de Agrosuper, considerando que más del 50% de sus ingresos provienen de sus exportaciones, de las cuales parte importante están destinadas a Asia y Estados Unidos.

«El modelo de negocios de la sociedad también presenta exposición al fortalecimiento del peso, tanto por la pérdida de competitividad de las exportaciones como por el incentivo al aumento de las importaciones (riesgo que no se debiera manifestar en el corto plazo). Con todo, se reconoce que alrededor de un 70% de los costos están indexados a la fluctuación del dólar. Adicionalmente, la evaluación recoge la vulnerabilidad de los cerdos, pollos, pavos y salmón a pestes y enfermedades que podrían mermar, en forma significativa, la capacidad de producción de la empresa. Cabe señalar que, la diversidad de animales y criaderos, así como las políticas propias de la empresa y de la autoridad sanitaria, atenúan los efectos de este tipo de siniestros. Sin embargo, este riesgo puede ser mayor si ocurren errores y/o malas prácticas de otros agentes del sector», sostuvo la clasificadora.

Por otro lado, dentro de la evaluación, consideró la importante concentración de las ventas en Asia, mercado donde la empresa no presenta las ventajas de marcas y canales de distribución que exhibe en Chile.

«Un aspecto que puede incidir en la rentabilidad de la empresa son las posibles nuevas regulaciones al sector salmonicultor, en particular en términos sanitarios. Sin embargo, se reconoce que los acuerdos alcanzados por la industria en el área de salmones implican ya un avance al respecto, disminuyendo los costos asociados de adaptación a eventuales nuevos cambios legislativos», dijo Humphreys.

Finalmente, la clasificación asignada toma en cuenta la volatilidad propia de los principales insumos utilizados en la producción (lo que implica mantener una adecuada planificación y administración de los inventarios y de la producción) y el hecho que en períodos recesivos, en los cuales se reduce el gasto en consumo, la venta de proteínas se contraiga en mayor proporción que el volumen comercializado, puesto que el consumidor sustituye productos de mayor valor por productos menos elaborados[1].

La tendencia de clasificación se califica “Estable”, por cuanto en el mediano plazo, en opinión de Humphreys, no se visualizan cambios de relevancia en los riesgos que afectan a la compañía.

Balance financiero

Durante 2018, la empresa obtuvo ventas consolidadas por $1.654.752 millones (aproximadamente US$2.382 millones[2]) y un EBITDA de $276.222 millones (del orden de los US$398 millones). Su flujo de efectivo neto procedente de actividades de operación ascendió a $121.640 millones (US$175 millones) y cerró el ejercicio con una deuda financiera por $362.157 millones (US$521 millones). A marzo de 2019, la empresa presentó un patrimonio de $1.490.355 millones (US$2.196 millones[3]) con una deuda financiera de $1.064.322 millones (US$1.569 millones), este aumento se debe a las nuevas adquisiciones de la compañía.

Para mayores antecedentes, vea el respectivo informe de clasificación en www.humphreys.cl

Resumen instrumentos clasificados:

[1] Por ejemplo, el consumidor puede sustituir el consumo de pechuga deshuesada por pechuga sin deshuesar.

[2] Tipo de cambio utilizado a diciembre de 2018: $694,77/US$.

[3] Tipo de cambio utilizado a marzo de 2019: $678,53/US$.