En la isla de Hitra, en Noruega, se ubica la planta de procesamiento “Hovedinngang”, perteneciente a la compañía listada en la Bolsa de Oslo, Leroy, y donde trabajan unas 120 personas que, diariamente, procesan unas 370 toneladas (solo el 20% es filetes), lo que permite despachar a los mercados europeos unos 18 camiones todos los días. ¿Cómo lo hacen? La respuesta está en la tecnología.

Gracias a una visita organizada por Innovation Norway, y que fue gestionada por Endeavor Chile, AQUA acompañó –este lunes 19 de agosto– a más de 20 representantes de la industria acuícola chilena a conocer parte de la unidad productiva más importante de la compañía, Leroy Midt, la que es responsable de cosechas por más de 70.000 toneladas de salmón Atlántico. Las otras son Leroy Aurora (en el norte del país), que aporta 40.000 toneladas de salmón anuales; y Leroy Sjotroll (en el sur), con unas 60.000 toneladas de salmón Atlántico y trucha arcoíris.

Pues bien, la unidad productiva de Leroy es emblemática por varios motivos. Los salmónidos son descargados por wellboats a un costado de la planta, permitiendo el procesamiento de los ejemplares antes del rigor mortis. Una vez que ingresan a la planta, son sacrificados mediante shock eléctricos autónomos que permiten resguardar el bienestar animal. Posteriormente, las piezas son acomodadas por robots, quienes extraen las vísceras, limpian la canal y fotografían el interior de cada pescado de forma de llevar una rigurosa trazabilidad. A continuación, los ejemplares son acomodados automáticamente por equipos que buscan llegar lo más exacto posible al peso definido de 20 kilos por cajas. Finalmente, los mencionados embalajes son tomados por otros robots que las palletizan para que puedan ser ingresadas ordenadamente a bodegas de camiones.

Pero eso no es todo. En el segundo piso de la infraestructura también se encuentra el “Centro de Crecimiento”, desde cuyas computadoras (que emplean inteligencia artificial) es administrada la alimentación de peces (1.600 toneladas de alimento por semana) distribuidos en 13 centros de cultivo distintos, es decir, el equivalente a 85 balsas jaula, 14,5 millones de salmónidos o unas 26.000 toneladas cosechadas.

La buena noticia es que estas herramientas han permitido aumentar el potencial productivo de cada centro de cultivo, lograr tasas de sobrevivencia por sobre el 96% y reducir el tiempo de engorda de los peces. El aspecto desafiante es que antes de la implementación del centro tecnológico, las faenas las realizaban unas 75 personas. Hoy trabajan 25.

Vea mayores detalles de esta planta en la próxima edición de AQUA.