El presidente del Sindicato de Tripulantes y Ramas Afines de la Región del Biobío y también presidente de la Federación de Tripulantes de Chile (Fetrinech), Sergio Vera, escribió una carta titulada «La desesperación por conseguir votos», que a continuación reproducimos íntegramente:

«Una vez más la región del Biobío se siente amenazada por el fantasma de los despidos. Esto debido a que parlamentarios de otras regiones siguen presentando proyectos de ley para acabar con los empleos de los trabajadores de la industria pesquera, todo por ganarse la simpatía popular del sector artesanal y de esta manera pelearse los votos de las regiones aludidas y llegar pronto al Senado.

Primero fue el diputado Daniel Núñez, de la región de Coquimbo, quien propone eliminar el arte de arrastre solo para la merluza, es decir para todo el país excepto para su región, donde se utiliza el arrastre para la captura de crustáceos. Práctica que realiza el sector artesanal dentro de las 5 millas, algo que está prohibido por ley. Es decir, el diputado plantea que en otras regiones se prohíba, pero no en la suya.

Luego fue el diputado Alexis Sepúlveda, de la región del Maule, donde se concentra la mayor cantidad de pesca ilegal. La cuota de merluza para esta región es de 3 mil toneladas, y extraen del mar 50 mil. Esta cifra la reconocieron en el Comité de Manejo de Merluza Común, donde presentaron una propuesta de captura, que supera las 13 mil toneladas. Con esta iniciativa la especie desaparecerá.

Esta semana fue el turno del diputado Jorge Brito, de la región de Valparaíso, la cual está vendiendo la cuota de merluza común a la industria. Esta es la inconsecuencia del Congreso. Si el arrastre fuera tan dañino como dice este diputado, y quiere proteger esta especie, sus representados no estarían dejando que la industria capture su cuota, como lo hicieron en Caleta Portales en el mes de septiembre, misma caleta que la semana pasada salió en la prensa pidiendo eliminar el arrastre.

Hago un llamado a los parlamentarios de la región del Biobío, así como lo hizo el intendente Sergio Giacaman, a oponerse a estos proyectos populistas y defender los empleos de nuestras comunas. Ya vivimos la experiencia y lamentamos los casi mil despidos de trabajadores de la industria pesquera por la mala Ley de la Jibia. Es hora de frenar con fuerza esta ola de amenazas que cada vez hunden más y más a nuestros compañeros y sus familias, que en su mayoría son mujeres jefas de hogar, llevando a la región del Biobío a ser la más vulnerable de aumentar su cesantía en el país».

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