En Chile: Expedición científica estudia las floraciones de algas nocivas
Abarcará la zona de los fiordos y canales australes del área norte de la Patagonia.

Este miércoles 13 de noviembre, un equipo científico de la Universidad de Magallanes (UMAG) abordó, desde Puerto Montt (región de Los Lagos), el buque oceanográfico «Cabo de Hornos» de la Armada para ser parte de una expedición que llevará a cabo el proyecto «Cabo de Hornos: Plataforma para la prospección glaciar-oceánica de floraciones algales nocivas (FAN) en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena».
Se trata de un inédito estudio sobre el fenómeno de la “marea roja” (floraciones algales nocivas en términos científicos) que abarcará la zona de los fiordos y canales australes del área norte de la Patagonia, que es donde se han registrado más, frecuentemente, estos eventos en los últimos años. Allí, los investigadores de la UMAG, junto con un grupo multidisciplinario de científicos chilenos y extranjeros provenientes de otras instituciones, se proponen realizar la investigación más completa sobre este tema, contribuyendo así, a aportar con estudios de base a los monitoreos que efectúa habitualmente el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).
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“Nosotros vamos a cubrir aspectos que el programa de monitoreo normalmente no cubre, porque van especialistas en distintas disciplinas de la oceanografía, tanto química como física y biológica, y además vamos a hacer algunas prospecciones a estudios oceanográficos que no se han hecho antes porque normalmente no están considerados en un estudio de monitoreo regular por la falta de tiempo o por la falta de equipamiento”, explica el investigador del Centro de Investigaciones GAIA Antártica de la UMAG (CIGA) Máximo Frangopulos, quien agrega que “esto va a permitir indagar desde distintas perspectivas qué es lo que está ocurriendo en la generación de los eventos de marea roja en un área que normalmente ha estado afectada”.
Sobre este último punto, Frangopulos enfatiza que la zona a estudiar es considerada altamente vulnerable a los eventos de FAN y, al respecto, tienen algunas aproximaciones para responder el porqué. “Lo que pensamos a priori es que se producen muchos gradientes por los deshielos que ocurren en la superficie por ejemplo que hacen que las aguas superficiales sean más dulces y las que están un poco más profundas sean más saladas, entonces esas estratificaciones o quiebres en la columna de agua hace que estas algas o las condiciones oceanográficas les permitan a estas microalgas crecer a concentraciones muy importantes y que puedan formar estas proliferaciones”, precisa.
Por esta razón, “la idea ahora –recalcó– es pesquisar porqué ocurren con tanta frecuencia y cuál es la dinámica en el tiempo de estos eventos que hace que se estén repitiendo con un patrón anual prácticamente desde los últimos 25 años más o menos”.
Junto con el científico del CIGA, también viajan en la expedición el investigador Sebastián Rosenfeld y el estudiante de Biología Marina Francisco Bahamonde, ambos del Laboratorio de Ecosistemas Marinos Antárticos y Subantárticos de la UMAG (LEMAS); a quienes se sumó el investigador extranjero de la Universidad de Stirling (Escocia) Dr. Evangelos Spyrakos, quien cumple una pasantía en la casa de estudios en el contexto de un proyecto de Atracción de Capital Humano del Extranjero MEC (Modalidad Estadías Cortas) de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
El estudiante de pregrado, Francisco Bahamonde, informó que su contribución se centrará en el estudio de las macroalgas, principalmente, “en identificar la diversidad de riqueza de especies de macroalgas que están en las zonas de estudio y también poder relacionar esta riqueza o diversidad de especies con algunas especies de dinoflagelados, potencialmente nocivos que puedan encontrarse asociados a las macroalgas, con el fin de poder establecer especies nuevas que estén dentro de la zona de canales y fiordos”. A su vez, dijo: «Establecer cómo es la dispersión de las esporas de macroalgas, cómo la semilla se va a sentando en diferentes sitios incluyendo si es que hay nuevas distribuciones, etcétera».
El Dr. Spyrakos, en tanto, trabajará en el área de la teledetección con instrumentos especializados que le permitirán realizar caracterización bióptica de las aguas y desarrollar algoritmos propios para mareas rojas, entre otras cosas.
Los muestreos partirán al sur del golfo de Penas, específicamente en el canal Messier, para avanzar, así, por los fiordos y canales hasta completar la expedición que contempla una duración aproximada de 15 días.
Intoxicaciones
Según datos de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud Magallanes, la «marea roja» es un fenómeno natural que se encuentra presente en la región desde la década del 70, con apariciones esporádicas y de manera permanente desde los años noventa. Su aparición se debe a floraciones de algas microscópicas que en algunas épocas del año, son abundantes y explosivas.
Las últimas dos intoxicaciones se registraron en septiembre de 2011. Desde 1972 a la fecha se han producido 341 intoxicados por «marea roja», de los cuales 23 han fallecido, siendo la región que más muertes presenta por este fenómeno.
Buque científico
El comandante de la unidad, capitán de fragata José Cabezas, comentó que “durante el crucero se efectuará un registro de las consecuencias de la contaminación y calentamiento global a nivel de ecosistema de las aguas de los fiordos patagónicos en la Plataforma Continental Adyacente, junto con muestreos y levantamientos de datos batimétricos en el monte O’Higgins y dorsal de Juan Fernández».
La construcción del «Cabo de Hornos» fue pensada entorno a la oceanografía operacional para el estudio de fenómenos climáticos e interacción entre océano y atmósfera; la oceanografía geofísica para estudios submarinos relacionados con la deriva continental y de placas tectónicas en levantamientos batimétricos del fondo marino; evaluación hidroacústica para la contaminación y evaluación de la biomasa; y pesca para muestreo de especies.
*Créditos de fotos: Armada de Chile | UMAG.
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