Académicos abogan por ley que establezca límites de pesca en zona delimitada por La Haya

Ene 29, 2014

Expertos aseguran que la agenda bilateral Chile-Perú debe incluir conversaciones acerca de posibles tratados, leyes de pesca o cuoteo.

(Diario Gestión de Perú) Si bien el fallo entregado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya puso fin a la larga discusión sobre límites marítimos entre Chile y Perú, el veredicto dio pie al análisis de nuevos temas que no podían ser abordados en profundidad sin tener clara la sentencia, por ejemplo lo que ocurrirá con el recurso pesquero en la zona que quedó más allá de la milla 80.

En este aspecto, el profesor de la Universidad San Martín de Porres (USMP) de Perú, Carlos Paredes, y el profesor del departamento de Economía de la Universidad de Talca, Hugo Salgado, concordaron en que Chile y Perú comparten una gran riqueza en el ecosistema marino de la corriente de Humboldt y como cualquier ecosistema dinámico y complejo, este debe ser manejado en base a criterios científicos, donde la unificación de ambos países es la mejor manera para preservar el recurso común y a la larga traiga frutos para ambos.

Como es sabido, tanto decisiones públicas como privadas en la zona fueron pospuestas hasta conocer la resolución del Tribunal. Por esto, los expertos consultados por el Diario Gestión de Perú aseguraron que ahora es tiempo de establecer un programa de investigación conjunta que permita fijar cuotas de pesca y periodos de veda de manera coordinada, ya que eso podría generar grandes ganancias en términos económicos y ambientales.

“La existencia de una Ley de Pesca y un enfoque de manejo similar a ambos lados de la frontera facilitará el establecimiento de esta colaboración, lo que se transforma en una oportunidad de la que ambos países podrían verse beneficiados”, aseguraron los docentes.

De igual manera, puntualizaron que una opción más ambiciosa, pero posible, sería incluir aspectos asociados al manejo conjunto de las pesquerías en la zona.

De igual manera, explicaron que si se hacen las cosas bien, a corto plazo, se transformaría el concepto de que “hay que pescar todo lo que se pueda antes que lo pesque el vecino”, se establecerían límites y prevalecería el convencimiento de que en ambos lados de la frontera se está pescando en base a criterios y objetivos comunes y a información transparente y compartida. Esta situación dejaría tranquilos tanto a pescadores chilenos como peruanos y se preservaría este recurso común.

La anchoveta es el pez que más se captura en aguas superficiales frente a las costas de ambos países. Estas, junto con la sardina, se utilizan para producir harina, aceite de pescado y para su venta.

Sin embargo, el valor económico del pescado que se encontraba en la zona disputada por Perú es bajo en relación con las actividades pesqueras y a los intereses económicos de ambos países.

En este sentido, expertos sostuvieron que la captura media que se puede obtener al año en la zona originalmente reclamada por Perú -y no concedida por el Tribunal- sería de 65 mil ton/año, un monto muy limitado en relación con la captura total conjunta que puede fluctuar entre 6 y 7 millones de toneladas por año. De igual manera, esta situación no cambiaría hoy con los nuevos límites trazados ya que se estima que el stock de anchoveta en la zona se mueve hasta la milla 60, por lo que el fallo de La Haya no afectaría la distribución de pesca de esta especie entre Chile y Perú.

“Aunque la flota industrial peruana ahora podrá pescar en la zona concedida, la verdad es que el valor generado por esta actividad también es relativamente pequeño en relación con el valor de la producción pesquera de ambos países”, concluyeron los académicos.

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