La mañana del viernes, trabajadores de la pesca industrial del Biobío agrupados en la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Pesquera de la región del Biobío FESIP y el Personal Embarcado Industrial del Biobío, llegaron hasta la Plaza de Tribunales de Concepción para manifestarse en contra de la votación del proyecto de Ley de Fraccionamiento.
La iniciativa, que ya contaba con la aprobación de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, fue derivada a la Comisión de Hacienda debido a su impacto fiscal, dado que introduce ajustes para un total de 18 pesquerías. Tras recibir el respaldo de esta última comisión, el proyecto avanzó a la Cámara Baja, el cual fue votado el mismo viernes. Sin embargo, la medida genera rechazo entre los trabajadores de la pesca industrial, quienes insisten en que sus demandas sean consideradas para evitar, según mencionan, una debacle laboral.
Juana Silva, presidenta de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Pesquera de la región del Biobío FESIP, indicó que “es un día bastante crítico, ya que el Gobierno señala que está saldando una deuda con el mundo artesanal, sin embargo, lo hacen castigando al mundo de la industria. Lo que va a pasar que en unos cuantos años más, es que Chile tendrá una deuda mayor con el Biobío producto de esta ceguera, de esta maldad intencional de parte del Gobierno y de los legisladores que están a favor de entregar recursos pesqueros, sacándolos del Biobío para distribuirlos en otras regiones. A nosotros nos entregarán el 23% aproximadamente, eso significa trabajos formales destruidos (…) pedimos a los legisladores que voten a conciencia y con información”.
Por otro lado, Hugo Roa, presidente del Sindicato de Tripulantes Industriales del Biobío y miembro del Personal Embarcado Industrial del Biobío afirmó que “a esta altura ya tenemos pocas esperanzas, ya que el Gobierno solicitó la discusión inmediata, eso indica que al Gobierno le importa un carajo el futuro de nuestra región y sus trabajadores (…). Este proyecto le pega directo a la línea de flotación a la actividad pesquera industrial, que con la ley actual ha permitido que ambos sectores se puedan desarrollar en armonía. Aquí se está presentando un proyecto que es un verdadero mamarracho (…), los trabajadores no queremos este mamarracho que es ideológico, que no obedece a una discusión técnica (…) nosotros estamos defendiendo el trabajo de miles de personas que dependemos de esta actividad”.
Finalmente, los trabajadores de la pesca industrial se mantienen movilizados y en alerta frente al avance de este proyecto, que podría impactar directamente a las más de 6.500 familias asociadas a la pesca industrial del Biobío.
Fotografía: Personal Embarcado Industrial