Agentes de cambio en las comunidades costeras

Dic 15, 2022

A continuación, replicamos la columna de opinión de Maya Hirsch experta del proyecto Circular Plastics in the Americas Program Chile (CPAP) y líder de Sustentabilidad de Fundación Chile.

Para avanzar hacia un Chile más sostenible, se requiere que cada vez más personas entiendan las distintas problemáticas ambientales, así como hacerse cargo del impacto humano en el medio ambiente. Partiendo por nuestros entornos más cercanos, los que más conocemos, y cuya degradación nos afecta más directamente.

Anualmente, 11 millones de toneladas de residuos plásticos entran a los océanos, lo que equivale arrojar al mar un camión lleno de plástico por minuto. Según cálculos de la Ellen MacArthur Foundation, si no actuamos hoy, para el 2050 habrá más plásticos que peces en el mar. El plástico es en sí mismo – gracias a su versatilidad, durabilidad y ligereza – un material muy útil. Sin embargo, cuando no hay una correcta gestión de los residuos, esas mismas características lo convierten en un peligro para la fauna, para la biodiversidad de los ecosistemas -sobre todo los marinos- así como para la economía y la salud humana. Las comunidades costeras son las primeras en ver afectadas su calidad de vida y fuente laboral por la contaminación por plásticos.

La Hoja de Ruta para la Economía Circular de Chile para 2040 establece la importancia de la regulación – y en ese sentido es buena noticia para el país la implementación de la Ley REP y la Ley PUSU – así como del cambio cultural, la innovación y llegar a los territorios para avanzar con los objetivos de sostenibilidad del país. Como Fundación Chile creemos que, efectivamente, para que ocurra un cambio cultural, se requiere de educación ambiental de calidad, y en terreno.

En eso consiste el trabajo que hemos estado realizando durante el mes de noviembre como parte del proyecto “Circularidad del Plástico para América -CPAP” financiado por la Unión Europea y que nos llevó a recorrer las costas de Chile con el objetivo de educar y sensibilizar a niños y niñas de entre siete y diez años en torno a la crisis climática y el rol que todos tenemos en combatir la contaminación de los océanos.

Distribuimos cuatro mil copias del libro Sunakay en más de 130 establecimientos educacionales de las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso y Biobío, llegando a zonas costeras rurales cuya principal fuente de trabajo está asociada al mar. La actividad contempló además la entrega de una guía para el trabajo entre docentes y alumnos la cual invita a discutir y analizar en conjunto la problemática y consecuencias de la contaminación de los océanos.

La obra teatral que adaptamos junto a la compañía Ecoteatro, basada en el mismo libro, fue presentada en más de una decena de establecimientos educacionales de comunas costeras, luego de estrenarse en el Festival Puerto de Ideas de Valparaíso.

A través de esta iniciativa queremos llegar a las generaciones del mañana, a aquellas que serán los principales agentes de cambio en un futuro cercano. La conciencia medioambiental y el cambio de hábitos comienza hoy. Quisimos dirigir esta actividad a los niños y niñas de establecimientos educacionales costeros entendiendo que ellos tienen una relación directa con el océano, del mar dependen las actividades económicas de sus familias y les toca confrontarse día a día con las consecuencias de su contaminación.

Fotografía: Fundación Chile.

Maya Hirsch

Experta del proyecto Circular Plastics in the Americas Program Chile (CPAP) y líder de Sustentabilidad de Fundación Chile.

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