Uno de los mejores desayunos de mi vida fue en la Caleta Chigualoco, en la región de Coquimbo, gracias a un proyecto de Bitecma, pescadores del sur realizaron una gira para conocer a sus pares del Norte.
Con un mesón frente al mar, los pescadores de Chigualoco tenían preparado un banquete con pescado frito a la leña, con pan batido y tomate, erizos y otros productos de temporada.
En tiempos de pandemia, con restricciones de movilidad que nos obliga a mirar a nuestro territorio, tenemos la suerte de contar con lugares que podemos aprovechar como las más de 500 caletas en Chile.
Entendiendo que hay dos tipos de turistas, los que buscan solo alimentarse y los que eligen un lugar por la gastronomía que ofrece. Allí la pesca artesanal tiene todas las de ganar.
Tenemos un tremendo potencial de ofrecer nuestra gastronomía marina tanto a extranjeros como turistas locales, con una propuesta de turismo gastronómico de caletas
El turismo gastronómico ha evolucionado y ya no solo significa ir a comer a restaurante premiado, ya que involucra también la oferta de todos los sectores de la cadena alimentaria y turística de un destino, como conocer el trabajo de pescadores, o conocer un cultivo marino o una sala de proceso de pequeña escala.
Qué privilegio, por ejemplo, poder disfrutar de la Ruta del pescador de la Caleta Anahuac, Puerto Montt, que te lleva a navegar junto a pescadores con una degustación a bordo o bajar a una isla cercana para disfrutar de un curanto en hoyo que lo preparan las mismas familias que viven allí.
Otro esfuerzo similar es la Fiesta del Loco de Caleta Estaquilla que busca dar identidad a una de las zonas más importantes de extracción de este molusco y así celebrar la tremenda historia de esfuerzo que vivieron en de los ochenta con la Fiebre del Loco, cuando muchos pescadores se instalaron con sus familias en esta localidad de la Comuna de Los Muermos. Ahora las mismas familias ofrecen a este molusco endémico de Chile y Perú como uno de sus principales atractivos turísticos con restaurantes y cabañas.
Más al norte, en Los Vilos, los pescadores junto al Municipio están también realizando esfuerzos para organizar el evento de la Carbonada de locos más larga del mundo durante este febrero. Allí el gremio de Caletas Las Conchas estuvo participando de un programa de formación para mejorar la oferta y servicio del restaurante que administran en la Caleta, apoyados por un proyecto Indespa que ejecutó Compite para ofrecer lo mejor a los turistas.
Conocer a tu pescador o pescadora parece ser la clave de lo que se está trabajando desde la subsecretaría de Turismo y su par de Pesca y Acuicultura al desarrollar un Club de Productos del Pacífico Austral, con foco en el turismo gastronómico de las caletas del país.
¿Y usted qué caleta va visitar?