Recientemente se realizó el segundo Summit Latinoamericano de Sustentabilidad Pesquera y Acuícola organizado por el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca) y la Sociedad Nacional de Pesquería de Perú (SNP).
Instancia que permitió conocer experiencias, avances compromisos, logros y desafíos que están tomando diversos organismos ligados a la pesca en materia de sustentabilidad pesquera y acuícola, en Latinoamérica.
Tuvimos la gran oportunidad de contar nuestro trabajo para desarrollar una pesca industrial sostenible, con nuestras diez pesquerías certificadas bajo el estándar MSC (Marine Stewardship Council) y MarinTrust, el programa de reciclaje de redes de pesca, la implementación del APL (acuerdo de producción limpia) para reducir los desechos en naves pesqueras, los operativos de limpieza de playas y fondo marino, el avance en diversas acciones para fomentar el consumo de productos del mar. Lo que demuestra que los compromisos los hemos ido cumpliendo y no han quedado solo en palabras.
Otro hito importante es la inauguración en Coquimbo de la primera planta de economía circular del norte de Chile, Crustanic, de Rymar, la que busca producir bioproductos con desechos pesqueros, generar mayor valor en productos de la pesca y reducir el gasto energético.
Este es un paso significativo para producir en una forma responsable, cuidando nuestro medio ambiente y aplicando en la práctica el concepto de una economía circular, lo que evidencia un trabajo serio y responsable. Gracias a este trabajo, del programa MásMar, autoridades regionales y empresas pesqueras, se han podido desarrollar diversos productos como patés de camarones y machas, snack y sopas de ostiones, así como obtener quitosano para la creación de fungicidas, enraizantes y estimulantes agrícolas.
Hoy, me atrevo a decir que somos un ejemplo de desarrollo en el rubro pesquero. Este trabajo que hemos llevado a cabo desde hace un par de años, lo hacemos con la firme convicción de que ya no podemos seguir botando nuestra materia prima, sino buscar el mejor rendimiento de ella y encontrar formas de utilizar esos desechos, porque así seremos capaces de ser un sector que aporta a la sustentabilidad ambiental, social y económica.
La invitación es a ser parte de esta revolución, a transformar los conceptos de economía circular en realidad. Sabemos que es un camino que recién comienza, pero creo que estamos en el camino correcto, más aún, viendo lo que unidos somos capaces de lograr y ser un polo de desarrollo de la pesca sustentable en Chile y Latinoamérica.