Hacia una “salmonindustrialización”

Ene 17, 2014

La actividad económica denominada salmonicultura, especialmente en su etapa de engorda, adolece de la llave esencial requerida para abrir la puerta de la industrialización, esto es, la repetitividad de sus resultados. Si bien concordamos en que el devenir de la actividad depende, entre otros aspectos, de variables tan cambiantes e impredecibles como son los factores […]

La actividad económica denominada salmonicultura, especialmente en su etapa de engorda, adolece de la llave esencial requerida para abrir la puerta de la industrialización, esto es, la repetitividad de sus resultados.

Si bien concordamos en que el devenir de la actividad depende, entre otros aspectos, de variables tan cambiantes e impredecibles como son los factores ambientales, lo cierto es que la media de los índices productivos debiera tender a una mejora continua y con ello, además, a una esperada predictibilidad. Pero año a año, la realidad ha ido mostrando lo contrario y nos empeñamos en buscar excusas en vez de indagar en las bases. Por ejemplo, se ha llegado a opinar que sería necesario seleccionar peces que soporten mejor la falta de oxígeno en vez de generar planes eficientes de recambio de redes o disminuir las densidades.

A su vez, la experiencia nos demuestra que en forma recurrente, el jefe de centro desgraciadamente está relegado en gran medida a asumir prácticas muy nocivas para la rentabilidad del negocio, a causa de una asignación de medios y recursos inadecuados, insuficientes y/o inoportunos para cumplir de la forma más eficiente y rentable posible su trabajo, todo lo cual genera la variabilidad de resultados observados.

Especial mención recibe el proceso de alimentación, dada su incidencia sobre el costo final. Uno de los requerimientos críticos de toda producción animal en ambiente confinado es la adecuada oferta de alimento, entregado bajo una estrategia que permita su máximo aprovechamiento. Independientemente del equipo que se utilice para ello, éste debe dimensionarse según la biomasa a alimentar, buscando la mayor rentabilidad productiva, ambiental y económica. En la elección técnica, el jefe de centro debería tener la palabra.

Resulta imperioso en la salmonicultura evitar que una parte de la población de peces sufra hambre todos los días, a raíz del enorme estrés y consecuencias negativas que ello conlleva. Todo esfuerzo para evitarlo, será gratamente compensado.

 

Manfred Böttger, gerente de RH Multifeeder.

Gerente de RH Multifeeder.

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]
Temas relacionados