Nuestros negocios, el día después…

Abr 28, 2020

En el mundo financiero y comercial, los ánimos venían algo debilitados después de tres años de incertidumbre, inestabilidad política, guerra comercial Estados Unidos-China, caída del crecimiento en Europa, incremento del endeudamiento, disminución sostenida de la inversión en infraestructura, equipos y maquinaria. Algunas señales, pero más bien chispazos, sugerían que la situación global podría mejorar, hasta […]

En el mundo financiero y comercial, los ánimos venían algo debilitados después de tres años de incertidumbre, inestabilidad política, guerra comercial Estados Unidos-China, caída del crecimiento en Europa, incremento del endeudamiento, disminución sostenida de la inversión en infraestructura, equipos y maquinaria. Algunas señales, pero más bien chispazos, sugerían que la situación global podría mejorar, hasta que llegó el covid-19. Un virus nuevo, de rápida mutación, fácil contagio y, por desconocido, de difícil control y contención, hasta ahora.

Chile ya estaba apaleado por el desgaste anímico que habían provocado sobre la estructura productiva, comercial y financiera, las continuas manifestaciones con su secuela de daño y pérdida patrimonial.

Pero todo eso es historia. Los hombres y mujeres de negocio miran hacia adelante, ahí están las oportunidades. Son muchos los que dependen de la audacia, perseverancia y resiliencia de los empresarios, micro, pequeño, mediano o grande. Los hombres y mujeres de negocio son también realistas y saben que en el corto plazo es poco probable reducir la incertidumbre y, en consecuencia, recuperar el interés de inversionistas o acceso fácil y conveniente a los mercados de capital o deuda.

Por lo mismo, saben que la prioridad para mantener vivo el negocio está en disponer de niveles mínimos de liquidez. Saben que el esfuerzo debe centrarse en mantener los flujos indispensables. Saben que eso implicará ajustes, muchas veces dolorosos, pero reconocen que es la forma de asegurar la continuidad de la empresa.

Y como miran hacia adelante, deben imaginar el día después. Una forma quizás diferente de hacer negocio, donde la logística debe ser repensada, la cartera de clientes debe diversificarse y también los proveedores. Es aquí donde las finanzas no bastan, es preciso innovar en todas aquellas áreas que permitan ser competitivos en un ambiente más exigente. Y lo será en ámbitos tan críticos como la adecuada protección del medio ambiente, la seguridad y salud de trabajadores y clientes y, por supuesto, la transparencia y calidad del gobierno corporativo. Todo, sin contar con una regulación que muy posiblemente impactará la estructura de costos actual.

Como el día después llegará, lo único importante habrá sido cómo aprovechamos esta larga noche para estar mejor preparados cuando el amanecer traiga todas las oportunidades.

Ricardo Alvial

Economista y profesor MBA International de la Universidad de Chile y exgerente de Inversiones Enersis.

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