La salmonicultura partió produciendo solo alrededor de 80 toneladas anuales y desarrolló la industria que conocemos hoy con toda su logística de servicios asociados en el sur del país. Nosotros, desde Acuícola del Norte (Acuinor), desde hace trece años llevamos adelante el cultivo de Seriola lalandi en la región de Atacama, a 20 kilómetros de Caldera, en sistemas de recirculación de agua, actualmente con ingeniería cien por ciento nacional, en el desierto de Atacama, el lugar más árido del mundo.
Apoyados por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), hoy en día estamos en fase de construcción e implementación del primer centro de cultivo de engorda en tierra a peso final de cosecha en Chile para contar con un pescado de carne blanca, rico en aceite poliinsaturados, bajo un modelo de producción continuo con cosechas semanales, que permita que este pescado esté disponible todo el año en el mercado nacional e internacional.
Cabe destacar que en nuestra zona hubo una industria activa de cultivo de ostión del norte, pero que disminuyó su producción desde 2006. Actualmente existen cultivos de abalones y ostiones en menor escala. En resumen, la acuicultura es aún una actividad emergente en la región de Atacama.
A pesar de ser aún una actividad incipiente, seguimos adelante con nuestro proyecto e invitamos a más y nuevos actores a sumar fuerzas para lograr una masa crítica que nos sirva para potenciar la acuicultura en la zona norte de Chile.
Esto funciona solo en alianza. Ya lo saben los pioneros de la salmonicultura cuando –con dificultad– debían buscar proveedores uno a uno en los años ochenta, o desarrollar su propio alimento húmedo en forma artesanal para alimentar a los peces en jaulas de madera.
Nuestros esfuerzos para desarrollar la tecnología de cultivo de Seriola lalandi debe ir de la mano con el fomento de vínculos con empresas locales para permitir que pequeñas y medianas empresas se beneficien de las ventajas de la acuicultura. Del mismo modo, es importante que exista un apoyo financiero desde el Gobierno Regional para la formulación de iniciativas que generen emprendimientos de apoyo al sector.
Y por supuesto es necesaria una mayor inversión en infraestructura pública como colegios, hospitales, etcétera, para promover que las personas con capacidades de innovar se instalen a vivir en esta zona y evitar esa migración permanente que sufren algunos sectores de las regiones del norte de nuestro país.
Tal como indicamos en nuestra presentación en el encuentro Summit Acuícola organizado por Corfo, la acuicultura nos da la oportunidad de generar un nuevo motor económico en la zona norte de Chile. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la inversión en acuicultura impulsa la economía, incrementa la seguridad alimentaria, mejora la nutrición y reduce la pobreza, todos aspectos fundamentales en estos tiempos.
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