(El Comercio) Un total de 53 barcos que forman parte de la mitad de la flota atunera de Ecuador, empezaron a llegar a los muelles pesqueros de Manta, en Manabí (Ecuador) para tareas de mantenimiento en cumplimiento de la veda programada del atún que va desde el 29 de julio al 28 de septiembre, tras la resolución C-12-01 sobre la conservación de atunes acordada por los 21 países miembros de la Comisión Interamericana del Atún tropical (CIAT). La medida reactiva 3.000 plazas de trabajo entre Manta, Montecristi y Jaramijó.
El armador pesquero, Raúl Paladines, tiene cinco barcos en puerto. "Cuando empieza esta medida, la economía en las tres ciudades se dinamiza, porque cada barco atunero ocupa la mano de obra de entre 30 y 40 personas", dijo. Por ejemplo, Paladines agregó que a las tareas se suman los artesanos de la pintura, soldadores, mecánicos, carpinteros navales e ingenieros hidráulicos. También se suma la ocupación de taxistas, camioneros, vendedores ambulantes de alimentos, entre otros.
Valentín Morán es especialista en suelda autógena y eléctrica, y contrató a doce personas para trabajar en los muelles pesqueros. "Vamos a cambiar algunas planchas de acero que han quedado maltrechas, debido a los rigores de las faenas de pesca, tenemos trabajo por 50 días, hay que aprovechar hasta que vuelvan a varar los barcos atuneros", sostuvo.
Según el armador Paladines, las tareas de mantenimiento podrían ser más ágiles si existiese un varadero en Manta. "Para subir las embarcaciones y limpiar sus cascos tenemos que ir a Perú o Chile y eso tiene costos muy elevados". Dice que se podría hacer en el país y se generarían más fuentes de trabajo y "los empresarios privados pueden invertir en la construcción de un varadero".
Fuente: El Comercio