Las implicancias de un nuevo ministerio
Publicado elA pesar de la pandemia causada por el Covid-19, la industria acuícola y pesquera nacional sigue bastante activa. De hecho, actualmente se discuten temas de enorme relevancia para el sector, como el proyecto presentado por el Ejecutivo al Congreso Nacional para crear un Ministerio de Agricultura, Alimentos y Desarrollo Rural, del cual pasarían a depender tanto la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), como el Servicio nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
Esta propuesta ha generado un amplio debate al interior del sector ya que, de aprobarse, involucraría un importante cambio en lo que respecta a la institucionalidad de estos rubros.
Desde el Ministerio de Agricultura han manifestado que están convencidos de que si todas las actividades que producen alimentos en Chile se agrupan bajo una misma institucionalidad, se podría alcanzar un mayor potencial de desarrollo. También han explicado que lo que se busca, fundamentalmente, es reordenar a los organismos públicos y sus funcionarios con el fin de que el sector productivo alcance resultados más óptimos.
Lo cierto es que, hasta ahora, son pocos los que han respaldado abiertamente la iniciativa. Los salmonicultores –por su veta exportadora– se han mostrado más proclives a conversar, sin negarse a evaluar los aspectos positivos que esto podría representar. La Asociación de Talleres de Redes (Atared) también se ha mostrado favorable al cambio, valorando la idea de que el sector de alimentos se una bajo una sola fuerza exportadora.
Desde la Asociación de Mitilicultores de Chile, en tanto, han expresado que apoyarán solo si se ingresan cambios al proyecto, avanzando hacia una propuesta que demuestre un fortalecimiento del sector acuicultor, “asegurando un crecimiento sostenido en el tiempo como una de las actividades estratégicas en la producción de alimentos de Chile, para el país y el mundo”.
Otras entidades, como la Sociedad Chilena de Ciencias del Mar y la Asociación de Profesionales Pesqueros y Acuicultores de Chile, se han mostrado mucho más escépticas y han solicitado una discusión más amplia. Su negativa han expresado, de igual forma, la Asociación Nacional de Funcionarios de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, la Asociación de Funcionarios del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y la Federación de Funcionarios Públicos del Sector de Pesca, al considerar que la propuesta “invisibiliza por completo el sector”.
La pesca artesanal también ha sido enfática en señalar su rechazo, pues consideran que el proceso no ha sido del todo participativo, que el proyecto casi no se refiere a la pesca y la acuicultura y que temen quedar rezagados en este nuevo ministerio, volviendo a insistir en un anhelo de muchos años: la creación de un Ministerio del Mar o Ministerio de Pesca y Acuicultura.
El proyecto se sigue tramitando con “suma urgencia” (hasta el cierre de esta edición) y, de aprobarse, probablemente no dejará conforme a todos los actores. Solo resta esperar que un cambio legal de esta envergadura cuente con un análisis profundo y detallado y que –sin presiones ni prisa– las decisiones que se tomen tengan un impacto positivo en estas actividades de enorme importancia económica y social a lo largo de Chile.