La mitilicultura es una de las principales actividades productivas de la Región de Los Lagos. Es que con exportaciones por sobre los US$200 millones anuales genera una actividad económica de empleo relevante, y que además tiene un mercado muy atractivo a nivel internacional, con reconocimiento del producto que sale desde Chile y se vende en varios países de la Unión Europea (UE).
Así lo destacó en su reciente visita a la Región de Los Lagos el vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Eduardo Bitran (en la foto), quien recalcó que el sector mitilicultor tiene un gran potencial. «Sin embargo, igualmente tiene sus riesgos, sujeto a los avatares de la naturaleza. Por lo tanto, existen una serie de desafíos que se deben abordar», comenzó diciendo el personero de Estado.
En la génesis de los Programas Estratégicos Regionales (PER), la Corfo planteó a las regiones que debían seleccionar las áreas en que querían tener programas que fueran propios de sus territorios, con elementos que sean importantes para ellas. «El cultivo de mejillones es propio de la Región de Los Lagos, tiene una alta incidencia en el empleo, desafíos de productividad, ambientales, de conocimiento y tecnología, con un gran potencial en los mercados y con posibilidades de agregar valor al producto final para los mercados de exportación. Todo lo anterior eran los ingredientes perfectos para escogerlo como Programa Estratégico Regional. Así lo planteó la Dirección Regional y desde el nivel central nos pareció una muy buena elección», explicó Bitran.
El PER Mitílidos se encuentra en fase de implementación y se han identificado brechas del sector. Por esto, lo importante es que sea una iniciativa de la región, pero a largo plazo. «El desafío que tenemos es que este programa perdure. Que este trabajo asociativo entre empresarios, distintos actores de la cadena productiva, academia y centros de investigación, se pueda mantener en el tiempo», añadió.
Recursos
Actualmente, existen una serie de recursos específicos que se han asignado al PER Mitílidos. Uno de los últimos aprobados fueron los programas de extensionismo tecnológico. «Esto es muy importante, ya que el tejido productivo del clúster de mitílidos combina empresas que procesan con aquellas que producen a mayores escalas, pero también hay muchos pequeños y medianos productores. Y lo relevante es tener esa visión de ‘cadena’, donde, de alguna manera, el eslabón más débil va rezagando el sector y, por lo tanto, se necesita elevar el estándar de gestión y tecnológico de toda la cadena. Esto además genera un desarrollo más inclusivo, porque el clúster es una oportunidad para todos, y aquellos que tienen dificultades el Estado articula los mecanismos para apoyarlos», aseguró Bitran.
Semillas
A juicio del vicepresidente ejecutivo de la Corfo, aún están presentes algunos temas que no están completamente resueltos ni cómo se abordarán, y que son igualmente importantes. «Uno de estos temas es la provisión de semillas. Actualmente se obtienen desde bancos naturales, pero no hay un manejo adecuado de ellos. Por lo tanto, existen riesgos de la continuidad del abastecimiento. Igualmente, hay dependencia de factores ambientales, oceanográficos y otros. Entonces, debemos avanzar en ese sentido», comentó Bitran, agregando que Corfo tiene algunos resultados de programas relacionados con este desafío del sector mitilicultor.
«Dentro del Programa de Desarrollo y Fomento Indígena, estamos trabajando con la comunidad lafquenche de Trincao, en Chiloé. Ellos tienen toda un área de desarrollo de bancos naturales, donde lo que queremos tratar de hacer es asegurar el abastecimiento de semillas de calidad para la industria del mejillón de cultivo. Esto es muy importante, ya que en vez de plantear las legítimas reivindicaciones de las comunidades lafquenches, en contraposición con los intereses de la industria, logramos que la comunidad desarrolle su plan de vida, su ordenamiento territorial y su deseo de desarrollo productivo, porque lo que ellos mismo plantean está inserto dentro de las mismas necesidades que fueron identificadas como críticas en el PER Mitílidos», expresó Bitran, agregando que todo lo anterior debería implementarse en un programa de manejo de esta área, para seleccionar reproductores que puedan servir como abastecimiento.
«Y esto debe ser a largo plazo. Trabajar con investigadores en programas de mejoramiento genético es una muy buena iniciativa», recalcó.
También señaló los inconvenientes del sector productivo relacionados con las floraciones algales nocivas (FAN). «En este tema, hemos hecho un esfuerzo importante en mejorar los programas de vigilancia, iniciativa que fue identificada en la crisis reciente de marea roja, para hacer un manejo más efectivo. Igualmente, debemos avanzar en los esquemas de monitoreo y la gestión ambiental. Esto es un desafío fundamental que debe ser abordado, desde la perspectiva de múltiples actividades acuícolas que ocupan el mar como medio para sus actividades productivas. Tenemos un déficit de conocimiento, y esto nos impide hacer un manejo adecuado», subrayó Bitran.
En definitiva, el PER Mitílidos «reveló que faltan muchos temas para tener una industria realmente competitiva, productiva y sustentable en el largo plazo», concluyó el timonel de la Corfo.