Complicados estarían los 12 bancos acreedores de Invermar en su nuevo intento por vender a la compañía ligada a la familia Montanari, tras rechazar dos de ellos –el Itaú y el BCI- la propuesta de condonación del 30% de la deuda por más de US50 millones de la salmonera nacional hecha por la canadiense Cupquelan.
Es que, según fuentes del mercado, el que Invermar cuente con pasivos totales –más de US00 millones- que superan en 22 veces a su patrimonio al primer semestre del año en curso, y que su flujo de efectivo apenas alcance a los US,7 millones en el mismo período, le quitaría atractivo frente a eventuales compradores pese a que los precios del salmón se están recuperando y que se espera sigan repuntando en medio de la crisis financiera de la industria.
En ese sentido, fuentes del sector afirman que si bien no es posible saber con claridad hasta cuándo podrá seguir operando Invermar sin una importante inyección de recursos frescos, sí los bancos acreedores de la salmonera nacional estarían a toda máquina buscando posibles grupos a los cuales ceder el control de la firma. Y los Montanari, estarían haciendo lo suyo también.
Sin embargo, dicen fuentes del mercado, de aparecer interesados de tomar el control de Invermar, lo más probable es que exijan mejores condiciones que las que estaba pidiendo Cupquelan en su intento de comprar la compañía. Por ello los 12 bancos acreedores de la empresa estarían estudiando la posibilidad de flexibilizar su posición para que la operación no fracase otra vez.