(www.ipacuicultura.com) A través de especies como la merluza austral, congrio y bacalao de profundidad, Fundación Chile busca potenciar esta actividad acuícola desarrollando con ello nuevas industrias competitivas y sostenibles complementarias a la del salmón, como así lo explican a través de un comunicado.
Lograr nuevos y exitosos cultivos de peces que permitan a Chile reducir su dependencia de la salmonicultura, incrementar su competitividad y generar una actividad económica basada en conocimiento y tecnología local, es el objetivo de los diversos proyectos de diversificación acuícola que se están desarrollando a lo largo del país.
Con una inversión de alrededor de $800 millones en su Estación Experimental de Quillaipe en Puerto Montt (Región de Los Lagos) -especializada en especies de agua frías, nativas y de alto valor comercial- desde Fundación Chile destacan que se está trabajando en desarrollar stock de reproductores y metodología de desove, cultivo larvario y experiencias piloto de tecnología de engorde en tierra.
Para el director de Desarrollo de la Estación Experimental Quillaipe de Fundación Chile, Carlos Lonza, “a través de la ejecución de los programas de diversificación acuícola, lo que pretendemos es optimizar las técnicas de producción, escalar las tecnologías de cultivo desarrolladas y llegar al sector privado con soluciones y propuestas concretas. Asimismo, crear redes de colaboración con otras instituciones e investigadores, enfocados en el cultivo comercial de las especies de interés como por ejemplo congrio y bacalao. Esperamos que con la diversificación acuícola podamos crear industrias complementarias a la industria del salmón que se potencien y nos permita fortalecer la competitividad y posicionamiento de Chile en materia de producción acuícola”.
En la actualidad, según Fundación Chile, las distintas líneas del programa cuentan con más de 120 reproductores de merluza austral, congrio y bacalao, desoves y metodologías en desarrollo de fertilización asistida y preservación de gametos, producciones iniciales de larvas y en el caso del congrio dorado (Genypterus blacodes) juveniles de hasta 100 gramos producidos por primera vez a nivel mundial durante el 2012 y 2013, y todo ello en sus instalaciones en la Estación Experimental Quillaipe.
Para Lonza, “las expectativas son continuar con el desarrollo y los esfuerzos de diversificación acuícola, fortalecer la colaboración entre grupos de investigadores y gestores tecnológicos y por supuesto poder comenzar con experiencias piloto de desarrollo de la tecnología de engorde de estas especies a medio plazo”.
Estos proyectos cuentan con el apoyo de Fondef, en el caso de merluza austral (Merluccius australis) y bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides), y con el apoyo de InnovaChile de Corfo para el caso de congrio dorado (Genypterus blacodes).