(Diario de Concepción) De acuerdo con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el lunes 26 de agosto se cerró la tercera etapa del programa de monitoreo de sardina y anchoveta de la Región del Biobío, con lo que se totalizan recursos entregados por .437 millones a 1.475 embarcaciones, de las cuales 478 eran botes y 997 lanchas.
Fue en abril de este año cuando un lapidario informe del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) detalló que tanto la sardina como la anchoveta registraban bruscas caídas. Entonces, y luego de crudas jornadas de manifestaciones, el Gobierno negoció un fondo superior a los .000 millones con dineros del Fondo de Administración Pesquera (FAP) y el Gobierno Regional del Biobío y que prometía beneficiar a unos 5.000 pescadores, con el programa "Plan de Monitoreo de la Sardina y Anchoveta".
El programa
En resumen, este programa consistía en la entrega de tres bonos, para los tripulantes de botes (menos de doce metros de eslora) y lanchas (más de doce metros) 50.000 en mayo, 30.000 en junio y 00.000 en julio. Mientras que para los armadores (dueños de las licencias de los botes o lanchas) era de 00.000 o 00.000, dependiendo del tamaño de la embarcación.
A cambio de los dineros, se les exigía salir a "buscar recurso" e informar a la autoridad los sectores donde había peces y así poder monitorear el comportamiento de la especie en esta complicada temporada, de la que se culpaba a razones oceanográficas y de mal manejo.
Como condición, se impuso que si lograban el 70% de la captura promedio histórica por embarcación dejaban de recibir los bonos.
Consultado, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Pablo Galilea, dijo que la implementación de este programa sirvió para caracterizar la flota operativa de la región, obteniendo información relevante para el manejo pesquero. "Ahora conocemos datos actualizados sobre las embarcaciones operativas y la cantidad de pescadores artesanales relacionados con la pesquería", comentó.
Además, Galilea puntualizó que "una de las lecciones que sacan de esta crisis, es la urgente necesidad de contar con seguros relacionados con catástrofes ambientales o cambios bruscos en la disponibilidad que permitan enfrentar estas problemáticas con una fórmula de respuestas establecida como seguros de producción y precios".
Al respecto, el presidente de la Federación de Pescadores Artesanales del Biobío (Ferepa Biobío), René Chaparro, manifestó que "el programa ayudó en algún porcentaje a mejorar la situación de los pescadores".
Tras una reunión con Galilea el 28 de agosto, Chaparro comentó que se acordó instalar pronto una mesa de trabajo para analizar las medidas de mediano y largo plazo para paliar los efectos en la baja generalizada en las capturas que se presenta en prácticamente todas las pesquerías.
Industriales sin ayuda
Desde el propio gremio de las empresas pesqueras solicitaron que sea la plataforma social de la Ley de Pesca la que ayude económicamente a los despedidos de la industria por la misma crisis en la sardina y anchoveta. Desde la Subpesca informaron que no está estipulado que se entreguen recursos para este grupo de trabajadores.
Fuente: Diario de Concepción