A nivel internacional: El rol de Chile en la pesca de captura y conservación de los océanos

A nivel internacional: El rol de Chile en la pesca de captura y conservación de los océanos

Nuestro país no solo se destaca por ser un importante país acuícola, sino que también por su larga trayectoria en materia pesquera y por participar en numerosas instancias internacionales que buscan resguardar los mares y océanos.


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Hoy, Chile es reconocido como un importante país acuicultor. Destaca como el segundo productor mundial de salmónidos, así como de mitílidos, sumando en 2018 más de 1,24 millones de toneladas cosechadas y retornos por exportaciones por más de US$5.200 millones. Es una industria que, en unos 40 años de existencia, ha logrado brillar con colores propios. Sin embargo, mucho antes que se inicien estos cultivos, el país siempre ha ocupado un relevante papel en la industria pesquera internacional, con una larga tradición en términos de recolección y extracción de especies marinas –tanto de peces como de moluscos y algas– que se mantiene hasta hoy.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), nuestra nación figura –en 2016– dentro de los primeros doce países pesqueros del mundo, detrás de China, que es el principal con más de 15,1 millones de toneladas, y otros como Indonesia, Estados Unidos, Rusia, Perú, India, Japón, Vietnam, Noruega, Filipinas y Malasia, en orden de importancia.

Chile ha logrado mantener esta posición a pesar de que los desembarques, ciertamente, han venido a la baja en los últimos años. Si bien en 2008 y 2009 las capturas llegaron hasta los 3,8 millones de toneladas, en 2016 estas alcanzaron solo 1,5 millones de toneladas, mostrando un leve repunte eso si en los últimos ejercicios, con 2,3 millones de toneladas en 2018, de acuerdo con datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca).

Lo cierto es que esta industria continúa no solo vigente –a pesar de diversas problemáticas que la han afectado los últimos años– sino que también muy activa en el espectro internacional. Por ejemplo, Chile, junto con Nueva Zelanda, fueron los impulsores, a partir de 2006, de la creación de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP-Pacífico Sur). Luego de varios años de negociaciones, esta entidad entró en vigor en agosto de 2012, con la función principal de establecer, adoptar e implementar, por parte de sus miembros, medidas de conservación y manejo para los recursos pesqueros del área en cuestión.

Actualmente, la ORP-Pacífico Sur cuenta con 15 miembros: Australia, Chile, China, Islas Cook, Cuba, Ecuador, Dinamarca (Islas Faroe), Corea, Nueva Zelanda, Perú, Rusia, Taipei, Estados Unidos y República de Vanuatu. A través de esta instancia, se fijan las cuotas de pesca de importantes recursos transzonales, siendo el más emblemático a nivel nacional, el jurel.

De igual forma, el país ha estado muy comprometido con el combate a la pesca ilegal, siendo uno de los primeros que ratificó el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto (AMERP) promovido por la FAO desde hace casi una década, pero que entró en vigencia en 2016. Este es el primer tratado internacional de carácter vinculante centrado en prevenir, desalentar y eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR), contando con 87 miembros.

La activa participación de Chile en el AMERP se refleja en que este año la encargada de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Subpesca, Karin Mundnich, fue nombrada como vicepresidenta de la región de América Latina y El Caribe del grupo. “Esta posición nos permitirá continuar impulsando a otros países a ratificar este acuerdo, apoyar los esfuerzos para capacitar a los inspectores en sus puertos y movilizar financiamiento internacional para fortalecer los controles. Además, fomentaremos la colaboración entre Estados pertenecientes a distintas organizaciones regionales de ordenamiento pesquero, con el fin de estandarizar las regulaciones”, comenta la profesional.

Karin Mundnich destaca que Chile tuvo un importante rol en la elaboración del acuerdo y que ha sido pionero también en materia de inspecciones realizadas en puerto a naves extranjeras. “Nuestro país es reconocido por combatir la pesca ilegal y contar con este tipo de controles varios años antes que la comunidad internacional lograra un acuerdo al respecto”, destaca.

Junto con lo anterior, este año Chile se ofreció como organizador de uno de los mayores eventos que ocurren por estos días, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP25, destinada a discutir los desafíos que implica el calentamiento global del planeta. La cita, que estaba programada para diciembre en Santiago (región Metropiltana), debió cancelarse debido a la crisis político-social que comenzó a gestarse en el país a fines de octubre y ahora se realizará en Madrid (España). No obstante, nuestro país continúa como anfitrión, contando con el fuerte apoyo logístico del país europeo.

Es así como se espera que continúen en carpeta los temas que Chile, durante la planificación del evento, había considerado como prioritarios, como es la conservación de los mares y océanos. De hecho, todo este tiempo se hablado de la “COP Azul”, en alusión a la importancia que deberían tener estos tópicos en la cita mundial.

El Ministerio del Medio Ambiente de Chile expresó que el cambio de lugar físico de la reunión no debería afectar la decisión del país de enfrentar activamente el cambio climático y sus efectos. “Los compromisos se mantienen incólumes: en primer lugar, cuidar mejor nuestros océanos, que son parte vital en el ciclo de la vida y, en segundo lugar, transformar a Chile en un país carbono neutral, es decir, emisión neta cero de carbono antes del año 2050 a través de un plan que hemos venido trabajando desde hace un tiempo”, expusieron desde la institución.

El legado de Our Ocean

Se dice que el papel protagónico de Chile como país pesquero y a favor de la conservación de los océanos partió con mucha mayor fuerza desde 2015 en adelante, cuando tuvo la oportunidad de organizar la conferencia internacional “Our Ocean”, que se realizó en Viña del Mar (región de Valparaíso). “Desde entonces, hemos estado involucrados en diversas iniciativas que tienen como objetivo darle a los océanos el lugar que se merecen y considerando aspectos como el cambio climático, pues los mares son sumideros de carbono muy importantes; también son reguladores climáticos”, dijo el embajador de Chile en Noruega, Waldemar Coutts. La autoridad comentó que en el país nórdico este rol que Chile ha estado jugando es altamente reconocido, incluso se mostraron muy favorables a identificar a la COP25 como la “COP Azul”, con el fin de apoyar el esfuerzo nacional por promover el cuidado de los cuerpos de agua.

“No es casualidad que el embajador de Chile en Noruega recalque esta cualidad del país”, dice el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, recordando que ambos países tienen intereses comunes, pues los dos han desarrollado con éxito las actividades de pesca y también de acuicultura. Los dos países están conscientes, dijo, de que “la sustentabilidad de estas actividades resultan cruciales para su proyección a futuro”.