
En Canadá: La iniciativa que busca sacar los cultivos de salmón del mar
El Primer Ministro de Canadá ha ordenado que se trabaje, con plazo a 2025, en la transición –supuestamente desde el mar a la tierra– de los cultivos de salmón que se realizan en las aguas de British Columbia.
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El 21 de octubre de 2019, Canadá se enfrentaba a una nueva ronda de elecciones federales para las cuales los principales partidos políticos del país realizaron diferentes campañas. Una de las más polémicas, tuvo que ver con una iniciativa impulsada por el Partido Liberal, el conglomerado político al que representa el actual Primer Ministro, Justin Trudeau.
Y es que el programa del Primer Ministro, que también fue apoyado por el Partido Verde, proponía el traspaso los centros de cultivo abiertos de peces, supuestamente, a sistemas de contención cerrados para el año 2025, proyecto que, en caso de ser reelegido, el partido intentaría llevar a cabo dentro del plazo previamente acordado.
Pese a que las elecciones dieron una sorpresa, dejando al Partido Conservador como el gran ganador de la jornada, el Partido Liberal ganó 157 escaños, con los cuales le fue posible mantenerse en el poder y formar un “gobierno de minoría”.
Tiempo después, en diciembre de 2019, se dieron a conocer las tradicionales “Cartas de Mandato” a través de las cuales el gobernante se dirige a los distintos ministros para comentarles cuáles son los lineamientos y el camino que se espera que lleven a cabo en las diferentes carteras.
Dentro de estas cartas, se encontraba la minuta dirigida a Bernadette Jordan, la actual ministra de Pesca, Océanos y Guardia Costera de Canadá. En ella, Justin Trudeau precisó una serie de tareas –once en total– prioritarias para el ministerio, dentro de las cuales, como era de esperarse, volvió a referirse a sus planes para la salmonicultura nacional. En la misiva, el gobernante pidió que se trabaje con la provincia de British Columbia y con las comunidades indígenas “para crear un plan responsable para la transición del cultivo de salmón en balsas jaula que se realiza en las aguas costeras para 2025 y comenzar a trabajar para introducir la primera Ley de Acuicultura de Canadá”.
El ministro también solicitó que se trabaje con el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático para avanzar hacia un ambicioso plan de conservar el 35% de las tierras y el 25% de los océanos de Canadá para 2025, con la idea de avanzar al 30% para 2030. Este proyecto “debe estar basado en la ciencia, conocimiento indígena y perspectivas locales”, reza la carta. También pide abogar, en reuniones internacionales, para que los países de todo el mundo se sumen a la meta de conservación del 30% para 2030.
Reacciones
La propuesta de la administración de Justin Trudeau no ha caído nada de bien en los salmonicultores canadienses. Cuando se comenzó a hablar del tema, en octubre pasado, el director ejecutivo de la Asociación de Productores de Salmón de British Columbia (BCSFA, por su sigla en inglés), John Paul Fraser, emitió una declaración en la cual manifiesta que “la promesa de campaña del Partido Liberal alteró lo que había sido una conversación productiva sobre cómo nuestra industria puede evolucionar hacia el futuro. Su compromiso ha causado un estrés y una presión indebida para las casi 7.000 familias que dependen del cultivo de salmón para su sustento”. También manifestó su voluntad para que la conversación siga avanzando, pero guiada “por los hechos y la ciencia”.
El ejecutivo destacó que “exigir un cambio desinformado a gran escala en una industria sostenible y responsable no funcionará. En su lugar, debemos trabajar juntos. Este será nuestro enfoque con el nuevo gobierno y los miembros de British Columbia. Somos sus productores de alimentos y estamos orgullosos de ello”.
No hay claridad
Los salmonicultores también sienten que la carta enviada por el primer ministro a Bernadette Jordan en diciembre pasado no fue del todo clara. Así lo explicó, consultada por AQUA, la directora de Relaciones Indígenas y Comunitarias de Grieg Seafood BC (Canadá), Marilyn Hutchinson. “En este momento nadie sabe muy bien lo que significa la Carta de Mandato del Primer Ministro cuando dice que se debe crear un plan responsable para la transición del cultivo de salmón en balsas jaula”. De ese modo, “se requerirá de una amplia consulta, con la participación de muchos grupos –incluidos los pueblos indígenas, la industria y las organizaciones ambientalistas– para avanzar en cualquier nueva dirección para la industria”, según sus palabras.
La ejecutiva añadió que “Grieg Seafood siempre está listo para investigar continuamente nuevos métodos y prácticas que hagan que nuestra industria sea aún más sostenible”.
Respecto del plazo de cinco años propuesto por el gobierno para esta “transición”, la representante de Grieg Seafood también tiene dudas, puesto que junto con este cambio se ha propuesto trabajar en una nueva Ley de Acuicultura, y no se sabe cuánto tiempo podría tomar implementar una serie de cambios legislativos tan relevantes.
“Las aguas costeras de la Columbia Británica ofrecen condiciones oceánicas casi ideales para la cría de salmón. A medida que continúe la demanda en Columbia Británica de más tierras para viviendas y otras actividades humanas, nuestros gobiernos y el público deberán considerar la cuestión de trasladar una industria sostenible basada en el océano al mismo espacio terrestre que enfrenta presiones tan diversas”, profundizó la ejecutiva. Precisó que también hay que considerar el impacto que puede tener despojar a las comunidades indígenas que se han sumado a la acuicultura de estas actividades que les han significado oportunidades de empleo y desarrollo económico.
“Durante muchos años se han realizado numerosas investigaciones sobre tecnologías de cultivo de peces de contención cerradas y semicerradas. Esperamos que todos los gobiernos inicien conversaciones y reuniones para comprender los posibles impactos y beneficios actuales de la industria del cultivo de salmón, sobre todo en Columbia Británica”, cerró la ejecutiva.
De acuerdo con los últimos antecedentes que se han obtenido sobre este caso, Bernadette Jordan ha manifestado su intención de avanzar con el mandado que se la ha entregado sin muchas vacilaciones. Por otro lado, los representantes de los productores de salmónidos esperaban (al cierre de esta edición), reunirse con las autoridades para ver si se puede lograr algún consenso para caminar hacia una solución factible para todos.