
En mercados del salmón: Los impactos de la producción en tierra
Se adelanta que los efectos de las pisciculturas de ciclo completo no se sentirán a corto plazo. No obstante, hay que estar atentos a lo que ocurrirá con estos proyectos a futuro e vislumbrando de qué forma se podría responder para no perder liderazgo en mercados claves.
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La producción de salmón bajo ciclo completo en tierra avanza a paso firme. Los grandes impulsores de esta tendencia han sido los empresarios noruegos Johan Andreassen y Bjorn-Vegard Lovik, quienes en 2011 iniciaron su primer programa de este tipo en Hvide Sande (Dinamarca), donde han producido, hasta la fecha, al menos 25 generaciones de salmón Atlántico (Salmo salar), no exentas de dificultades eso sí. No obstante, su proyecto principal está en Estados Unidos, el mayor mercado para el salmón a nivel mundial y donde el 90% del abastecimiento proviene de la importación.
Se trata de Atlantic Sapphire, un enorme centro de producción de salmón Atlántico –con tecnología de recirculación de aguas– que si bien originalmente se había propuesto producir 90.000 toneladas de pescado, en la última Seafood Expo Global de Bruselas (Bélgica) anunció que pretende llegar a nada menos que 200.000 toneladas en 2030, es decir, prácticamente la mitad del salmón que Estados Unidos consume actualmente. Se espera que la construcción de esta gran piscicultura esté finalizada este año 2019. No obstante, ya cuenta con peces en el agua y se contempla que a partir de 2020 ya se pueda comenzar a comercializar los primeros lotes.
Pero este no es el único proyecto de gran envergadura. También está Pure Salmon, empresa creada por un fondo de capital privado administrado por 8F Asset Management Pte –con sede en Singapur– que ha estado impulsando proyectos de producción de salmón en tierra en países como Polonia, Francia, Italia, China y Estados Unidos. En febrero de 2019, esta compañía confirmó que sus nuevas instalaciones en suelo americano se emplazarían en el condado de Tazewell, en el estado de Virginia. Esta sería la planta, de su propiedad, más grande hasta la fecha, con una proyección de producción de 20.000 toneladas al año. Asimismo, anunció que abrirá instalaciones en Japón, donde espera cosechar unas 10.000 toneladas de salmón al año, con el fin de que estas sean destinadas a productos como sushi y sashimi en el mercado nipón.
¿Cuáles serán los efectos?
Si bien la mayor parte de las iniciativas antes mencionadas aún no entran en completa operación, se cree que si todo resulta según lo esperado, ciertamente habrá cambios en el comercio internacional del salmón. No obstante, por ahora, los ejecutivos comerciales permanecen atentos al devenir de estos innovadores proyectos, los cuales parecen muy atractivos, pero que tendrán que sortear importantes desafíos productivos y tecnológicos para dar paso a productos viables económicamente.
“La producción en tierra presenta ventajas importantes en relación a nuestros mercados, especialmente, porque lograría producir en zonas geográficas más próximas a los centros de consumo. No obstante, también representa una fuente de producción complementaria para suplir mercados que siguen creciendo, en circunstancias de que los países productores tradicionales presentan limitaciones para continuar aumentando su oferta”, dice el gerente comercial de Salmones Blumar, Daniel Montoya. Añade que, de todas maneras, los productores tradicionales, de Chile y Noruega, tendrán que seguir avanzando en la incorporación de mayor tecnología y conocimiento, con el fin mejorar sus condiciones sanitarias y mantenerse competitivos en términos de costos.
Similar visión tiene el gerente comercial de Multiexport Foods, Ricardo Grunwald, quien manifiesta que hay que tener claro que para el año 2050 el mundo debe doblar la producción de proteínas para satisfacer la demanda y que, en ese sentido, el salmón de cultivo jugará un rol primordial al ser la proteína más sustentable entre las más conocidas. “Como industria, somos parte importante en la solución a esa problemática que enfrentaremos en el futuro. De ese modo, me parece positivo que se estén explorando nuevas oportunidades de desarrollo del salmón”, expresa.
Desde Salmones Camanchaca, en tanto, el director comercial, Daniel Silva, comenta que no ve la producción de ciclo completo en tierra como algo negativo y coincide con que, ante las limitaciones que existen para seguir cultivando salmón en mar –tanto en Chile como en Noruega– es natural que la industria busque formas de continuar entregando este tipo de proteínas de forma sustentable. Recuerda que actualmente la oferta mundial de salmón está creciendo en torno a un 2% anual, mientras que la demanda crece en torno al 7%. “Igual hay que ver qué pasará con estos cultivos (en tierra). Tienen muchas cosas que probar y van a pasar al menos unos tres o cuatro años antes de que estén con sus operaciones andando. Esto tomará tiempo. No veremos un impacto significativo en los próximos dos o tres años”, sostiene el ejecutivo.
Llamado a “despertar”
A pesar de que se considere que los proyectos de producción de salmón en tierra no significarán un gran remezón para la industria en el corto plazo, hay quienes plantean que los exportadores chilenos deberían comenzar a vislumbrar, desde ya, nuevas estrategias. Es la opinión del presidente de SeaCorp Seattle LLC –empresa que comercializa salmón en Estados Unidos–, Alfredo Ovalle, quien en una columna llamó a la industria nacional a estar atenta ante los avances de Atlantic Sapphire.
De acuerdo con el ejecutivo, esta enorme iniciativa “tendrá que hacer despertar a la industria nacional de su comodidad actual en un mercado clave como es el de Estados Unidos”. ¿Pero cómo? Según sus palabras, los salmonicultores chilenos deberían atreverse a innovar en el mercado estadounidense, por ejemplo, a través del aumento de los envíos congelados o bien de producto “refresh”, es decir, salmón que se envía congelado, pero que en destino se descongela y se ofrece como fresco.
El representante de SeaCorp Seattle considera que si se educa bien al consumidor final y se mejora, en general, el sistema actual, se podría avanzar en esta línea sin grandes problemas. Recuerda que la industria ya ha sido capaz de impulsar cambios en el mercado, como cuando pasó de vender solo HON (pescado con cabeza) en Estados Unidos, a vender filete fresco. “Se hicieron los esfuerzos para cambiar la mentalidad y los beneficios se observan hoy”, sostiene, enfatizando que la industria ha llegado a una nueva etapa donde, otra vez se, requieren cambios.
“Haciendo una operación de refresh en Estados Unidos, donde Chile pueda llegar con un producto de óptima calidad, dando un servicio muy superior al actual, con una logística mucho más fácil de controlar, se podría evitar tener que liquidar producto porque se cancelaron órdenes, se cayeron negociaciones o se mandó producto en mayor cantidad de lo acordado. Todos estos beneficios, junto con ofrecer un mejor precio (sin necesidad de perder márgenes de utilidad), harían, además, que la inversión de esta mega empresa (Atlantic Sapphire) sea de difícil diagnóstico futuro y Chile tendría finalmente consolidada su posición. No hacerlo significa poner otra variable de riesgo innecesaria a la industria en un plazo breve”, enfatiza el empresario.
Consultado sobre el tema, Daniel Montoya comenta que “sin duda que hay posibilidades en ese ámbito, pero no creo que exista una receta única o mágica que los productores deban seguir. Si los productores continúan con su estrategia de desarrollar mercados y productos, lo que ha permitido a la industria llegar donde está, podremos mantener una demanda sana y diversificada”.
Daniel Silva, en tanto, comenta que el refresh es algo que se ha estado haciendo por muchos años en algunos mercados y, a su juicio, lo que hay que hacer es “seguir trabajando e invirtiendo en Investigación y Desarrollo (I+D) para mejorar la calidad de los empaques, la conservación de los productos y acortar los tránsitos para llegar a destino. Claramente, hay que trabajar en eso y quizá, más que un refresh, avanzar en cómo se está congelando y las tecnologías que están utilizando”.
El agregado comercial de ProChile en Miami, Germán Rocca, concuerda con que hay que observar muy de cerca el avance de Atlantic Sapphire, así como su rendimiento a lo largo del tiempo. En cuanto al refresh, dice que para opinar es necesario tomar en cuenta las preferencias de los consumidores finales, que son quienes finalmente deciden si compran o no algún producto.
“De acuerdo con lo demostrado en recientes estudios de mercado, el aumento del ingreso per cápita en Estados Unidos ha provocado que los consumidores prefieran actualmente las variedades de pescado fresco por sobre el congelado, lo que ha hecho que este último segmento de productos se haya reducido en los últimos cinco años. Por lo tanto, creo que se debe mantener el liderazgo de Chile como proveedor de filetes frescos y continuar, eso sí, atentos a las tendencias de mercado y las demandas de los consumidores, para ver donde se están generando nuevas oportunidades”.
Junto con el refresh, hay quienes también postulan que Chile debería apostar por diversificar los envíos a Estados Unidos, aumentando la presencia de salmón coho (Oncorhynchus kisutch), especie que está presentando muy buenos resultados sanitarios y productivos, pero cuyas exportaciones históricamente han estado concentradas en el mercado asiático.
“De acuerdo con lo que hemos observado, existe potencial, sobre todo porque es un salmón reconocido por su gran sabor y calidad, que está presente en el mercado con proveedores de Alaska y, en menor medida, de Rusia y Canadá. Sin embargo, se debe considerar que el ciclo de vida natural este tipo de salmón –a diferencia del Atlántico– implica algunas interrupciones de suministro y esto es algo que se debe sortear para garantizar la penetración total en el mercado de Estados Unidos”, dice Germán Rocca.
Ejecutivos salmonicultores, como Patrick Dempster –gerente general de AquaGen– consideran que es posible hacer frente a las limitaciones que se asocian al salmón coho. Comenta, por ejemplo, que hoy, con los avances en genética, es posible ampliar la ventana de producción, comenzando a cosechar el pescado en agosto en vez de octubre. De ese modo, considera que, si se toma la decisión, es posible conquistar nuevos nichos y mercados con esta noble especie. De hecho, hay una empresa que está dando los primeros pasos y está llegando al mercado norteamericano con una gama de salmón premium basada en el salmón coho. Se trata de la línea Silverside™, de Ventisqueros, que ha ido penetrando de a poco, pero hasta ahora con bastantes buenos resultados.
Pero más allá de tomar tal o cual propuesta, se cree que lo relevante es no perder de vista lo que está pasando con proyectos como Atlantic Sapphire o Pure Salmon. Tanto en el mercado norteamericano, como en el europeo y asiático, la producción en tierra progresa y los productores tendrán que estar preparados por si el éxito de estas iniciativas complica o desafía en cierta forma al salmón de cultivo tradicional.