La acuicultura en Bolivia, si bien con un volumen aún reducido de producción, viene creciendo en forma exponencial principalmente con el cultivo del pacú y el tambaquí.

Desde el INCAR enfatizaron que es necesario considerar las potenciales sinergias entre el ingreso de nutrientes a los ambientes acuáticos, la variabilidad climática y el cambio climático.

Entre otras cosas, durante los últimos ocho años trabajó activamente en la FAO abordando los temas de cambio climático y acuicultura, incluyendo adaptación y mitigación.