La anunciada movilización de los marinos mercantes desde el 1 de junio podría detener gran parte de la actividad naviera en la zona sur-austral, con impacto significativo en rubros como la salmonicultura y el traslado de pasajeros.
El año pasado, a pesar de todos los esfuerzos de las instituciones, murieron 25 personas, muchas de estas niños, y hubo dos desaparecidos. Se realizaron más de 300 rescates y 10.000 llamados al fono 137, de los cuales 9.500 fueron falsos.
El objetivo es que exista un marco normativo para las caletas pesqueras a nivel nacional, a través de un procedimiento «ágil y expedito» que permita a las organizaciones de artesanales potenciar de manera «armónica e integral» el desarrollo de estos espacios, actualmente sin un régimen especial que los regule.
Una de las iniciativas busca generar un plan de ayuda económica (bonos mientras dura la emergencia) y social a todos los pescadores artesanales legalmente constituidos e independientes que laboran en la bahía de Quintero.
«Primero, hay que especificar que las concesiones de acuicultura las otorga el Ministerio de Defensa, no el Ministerio de Economía», destacó el secretario de Estado.
