Por tercer año consecutivo, Francia se situó como el mercado más grande para el salmón escocés, con ventas por US$286 millones.

La salida del Reino Unido de la UE implicaría hasta 100.000 certificados al año para las compañías salmonicultoras, con un costo asociado de US$11,6 millones.

«El directorio desea agradecer a Craig por su valiosa contribución al negocio durante los últimos seis años y desearle lo mejor en sus nuevos proyectos», puntualizó SSC en un comunicado publicado en la Bolsa de Oslo.

«Operando desde nuestro ahumadero diseñado y construido a medida, hemos llevado esta antigua tradición al siglo XXI», dicen en Spence & Co.

La salmonicultora escocesa tiene una capacidad de cosecha de 50.000 toneladas.

Además de ver a Escocia produciendo un 9% menos, firmas con sede en Noruega estiman que Irlanda cosechará 4,7% más en 2018.

La filial escocesa de Cooke elabora tres líneas de productos de salmón en 16 centros de cultivo en Orkney y 29 en Shetland.