Artesanales cerqueros pelágicos rechazan proyecto de ley de jibia con potera

Ago 25, 2018

Según lo explicado por los dirigentes, la iniciativa legal desconocería sus derechos como pescadores artesanales respecto de la historia de extracción de la jibia, así como también los expone a millonarias multas por captura del recurso como fauna acompañante o pesca incidental de la pesquería sardina común y anchoveta.

Dirigentes y pescadores artesanales cerqueros pelágicos en exposición en la Comisión de Pesca  del Senado, entre los que se encuentra el director de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach) y presidente de la A.G de San Vicente, Cesar Jorquera, en compañía de miembros del Comité de Manejo de la Sardina y la Anchoveta de la macrozona centro sur, se manifestaron en contra del proyecto de ley que establece la potera como único arte de pesca para el recurso jibia (Dosidicus gigas).

Lo anterior porque, según explicaron, la iniciativa legal desconoce los derechos que tienen como pescadores artesanales respecto de la historia de extracción de la jibia, así como también los expone a millonarias multas por captura del recurso como fauna acompañante o pesca incidental de la pesquería sardina común y anchoveta.

En la oportunidad, los dirigentes graficaron con cifras la cronología de la pesca de la jibia desde el año 2004 hasta la fecha. Recordaron cuando, en un principio, la especie era considerada una plaga, lo que fue cambiando hasta que la especie se convirtió en una alternativa para los pescadores artesanales, especialmente de la macrozona centro y sur, que  abarca de la región de Valparaíso a la región de Los Lagos, quienes han visto disminuidas sus cuotas de pesca en las pesquerías tradicionales.

“Debemos tener en cuenta que el 80% de la cuota global que tiene la  pesca artesanal para capturar la jibia se realizó gracias a la historia de desembarque de la pesca artesanal pelágica, que alberga cerca de 4.800 pescadores artesanales desde Arica a Puerto Montt”, declaró Victoria Rubio, miembro del Comité de Manejo de Sardina y Anchoveta de la macrozona centro-sur.

Agregó que “una ley que considere la potera como único arte de pesca para extraer la jibia dejaría fuera a la pesca artesanal con red de enmalle, trampas y espinel, así como también limitaría la posibilidad de contar con nuevas tecnologías para su captura a futuro, ya que universidades han estado creando nuevas alternativas de extracción”.

Por otra parte, Jorquera desmitificó el daño que la pesca de jibia con cerco produce en otras pesquerías, precisando que las faenas se realizan entre la cuarta y la octava milla y no sobre el fondo marino, argumentando, además, que la cantidad de recurso que se está extrayendo en la actualidad ha bajado de 40 toneladas hasta llegar a las 20 toneladas por embarcación.

El dirigente añadió que las embarcaciones que se dedican a esta captura se redujo a la mitad cuando el destino final de la jibia cambió en el año 2012 de harina a consumo humano, cifra que bajó aún más si se habla de que las embarcaciones deben poseer artes de pesca adecuados para la especie.

Descarte

Una de las principales pesquerías de la macro zona centro-sur es la pelágica, de la sardina común y anchoveta, actividad que –según lo informado– se vería afectada por esta ley debido a que quedaría expuesta al fenómeno del descarte, hecho que el Estado propició el año 2012 con la aplicación de la ley, donde descontaban 3 toneladas de sardina por cada 1 tonelada de anchoveta de la cuota asignada, lo que se conoce como el 3×1.

“Esta medida administrativa significó cientos de miles de toneladas descartadas (botadas al mar) el año 2013 por el miedo a ser infraccionado o para no ver reducida la cuota a un tercio. Lo que pasó con ese descarte todos lo recordamos; la biomasa disminuyó de 4.000.000 de toneladas el 2012 a 1.200.000 el año 2013, con pescadores en las calles, protestas y bonos, siendo el 2013 el peor año de las últimas décadas en nuestra región”, enfatizó Jorquera.

Según señaló el dirigente, el año 2014 se iniciaron programas de estudios del descarte que finalmente dieron viabilidad a la pesca pelágica. “Por añadidura, este proyecto es como volver atrás y demostrar que no se ha aprendido nada, como  también puede provocar problemas sociales por la pérdida de puestos laborales y altas multas a las que se exponen pescadores por extraer la jibia como fauna acompañante de la sardina y la anchoveta, multas que superan hoy las 500 UTM”, concluyó el director de Conapach.

 

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