El Gobierno, a través del ministro de Economía, Nicolás Grau, ha dicho en la región del Biobío que en diciembre presentarán el comentado proyecto de Ley de Pesca, agregando que “no quedan nudos por resolver”. Ahora bien, si entendemos por “nudos” los problemas que aquejan a la actividad pesquera nacional, la verdad es que cuesta creer que todos ya hayan sido resueltos en un proyecto de Ley.
Ello significaría que trae resuelto el nudo de las “zonas contiguas”, resuelto el nudo de la “pesca Ilegal”, el nudo del “fraccionamiento”, el nudo de las “licitaciones”, el nudo de los “derechos de operación de las nuevas regiones”, el nudo de los “recursos de capacitación para los trabajadores y ex trabajadores de la industria”, el nudo que significó la “Ley de la Jibia”, el nudo de “asegurar la estabilidad y certeza del empleo formal”, etc.
Considerando que son tantos los problemas o “nudos” que tiene el sector pesquero, es que invitamos al ministro a revisar en detalle su propuesta de Ley y discutirla con los actores del sector antes de ser ingresada, por cuanto la relevancia que tiene la regulación de esta área productiva para miles de trabajadores y trabajadoras hace necesario, desde nuestra perspectiva, que muchas materias importantes deben establecerse por acuerdos, consensos y por sobre todo con un sentido de realidad.
Aquí no se trata de ver a la nueva Ley de Pesca como una simple cuerda llena de “nudos”, esta regulación requiere coherencia y dada la interacción de los operadores se necesita mucho más que desatar nudos.
Es por eso que, más allá de la promesa de campaña, creemos que se debe bajar la velocidad de navegación de la Ley, no vaya a suceder que terminemos todos con un nudo en el estómago.