El salmón chileno se toma Brasil

Ago 7, 2011

Por Adam Mumtaz Troncoso, enviado especial a Brasil   El tiempo que toma sobrevolar Sao Paulo deja en evidencia su magnitud como centro urbano. Según los datos entregados por el Instituto Brasileiro de Geografía y estadística (IBGE), la población de la ciudad alcanza los 10.886.518 habitantes. Ahora bien, al considerar la Región Metropolitana -otras 38 […]

Por Adam Mumtaz Troncoso, enviado especial a Brasil
 

El tiempo que toma sobrevolar Sao Paulo deja en evidencia su magnitud como centro urbano. Según los datos entregados por el Instituto Brasileiro de Geografía y estadística (IBGE), la población de la ciudad alcanza los 10.886.518 habitantes. Ahora bien, al considerar la Región Metropolitana -otras 38 zonas alrededor de Sao Paulo-, ese número llega a 19 millones de habitantes, es decir, más que las personas que conforman todo Chile.

Es así que antes de aterrizar en la que es considerada la capital financiera de Latinoamérica, en donde el 80% de los vehículos tienen los vidrios polarizados para evitar, fundamentalmente, los asaltos, uno se pregunta si tan solo un millón de los paulistas consumiera un filete (de aproximadamente 300 g) de salmón al año, la demanda llegaría a las 109.500 toneladas cada doce meses, negocio que traería enormes réditos para Chile, puesto que se trata del mayor exportador de esta especie a Brasil.

Según datos del Ministério do Desenvolvimento, Indústria e Comércio Exterior (MDIC), durante el primer semestre se recibieron un total de US$ 121,4 millones por concepto de salmón fresco -las importaciones de congelados y ahumados son marginales-, correspondiendo US$ 120,1 millones a Chile, es decir un 98,9% de participación de mercado. En tanto, durante el 2010, nuestro país exportó a las tierras de la samba un total de 38.651 toneladas de productos salmonídeos; mientras que a junio del actual ejercicio ya van 19.632 toneladas.

"Los brasileños consumen un promedio de pescado de 9kg/año y la intención del Gobierno es que dicha cifra alcance los 13 kg en las próximas tres temporadas. En este contexto, la demanda por salmón debiera elevarse considerablemente", explica a AQUA el encargado (interino) de la oficina comercial de ProChile en Sao Paulo, Álvaro Camargo.

Llama la atención que Brasil, siendo un país con tanta costa y actividades relacionadas con el mar, tenga un consumo tan bajo de productos hidrobiológicos. "La predilección por la carne bovina, de pollo y porcina ya está arraigada a nivel cultural. Sin embargo, debido al aumento en los precios del vacuno y la poca disponibilidad de este producto, que comienza a sentirse a nivel global, la gente migrará hacia los pescados y mariscos", sostiene Camargo.

Estas declaraciones son avaladas por Hugo Kawauchi, dueño del restaurant Sea House, el que cuenta con una carta donde destacan platos tan diversos como el de pez sierra o bagre. "El salmón cayó bien en el paladar de la gente. Sin ir más lejos, en nuestro local, incluso es más solicitado que el atún", asevera.

Infaltable también es el dato freak del taxista que nos traslada desde el aeropuerto hasta el hotel, quien indicándonos la alta cantidad de sex shops que existen en la ciudad, dice que "el salmón, al ser considerado un plato de alta gastronomía, es muy utilizado en cenas de pareja, lo que lo transforma en afrodisiaco". Luego de su momento de lujuria, recuerda la incidencia que tiene la religión para los brasileños y comenta que en "Semana Santa se dispara el consumo de pescado".

Dejó de ser de elite

Álvaro Camargo destaca el hecho que el salmón dejó ser considerado un producto de elite, iniciando un proceso de diversificación que lo tiene posicionado hasta en locales que son conocidos como "tenedor libre". "En Sao Paulo existen lugares donde puedes consumir hasta 1 kg de comida, los cuales desde hace un tiempo ya tienen el salmón chileno entre sus presentaciones", explica el encargado de ProChile.

Por su parte, Helmuth Hills, director comercial de Nordsee, importadora de productos del mar que es controlada en un 33,3% por el holding Deris -grupo encabezado por José Luis del Río que también controla a la salmonicultora Friosur-, argumenta que "el consumidor de Brasil ha comenzado a interiorizar que el salmón es un producto saludable y apetitoso, que si se compara con el vacuno, no necesariamente observa diferenciales de precios excesivos en términos de valor percibido de cada producto".

De igual manera, este chileno de 41 años que ya lleva radicado casi dos año en Brasil, y con pasos profesionales por empresas como Carozzi, Ambrosoli, Procter & Gamble, entre otros, comenta que el brasileño tiene la impresión que el producto congelado es de una calidad relativa menor al producto fresco, por lo cual se valora solo a precios inferiores. "Por esto, casi el 100% del salmón que se trae desde Chile es fresco-refrigerado", dice Hills, quien añade que también "tiene que ver con las ventajas comparativas que presenta la menor distancia entre ambos países sudamericanos, lo que se diferencia de otros países salmonicultores como Noruega".

Hugo Kawauchi manifiesta que antes de la irrupción del salmón chileno en Brasil, "casi todo el producto era importado desde Noruega, el cual a diferencia del de ustedes, tenía más grasa".

Salmón chino

Camargo comenta que en un viaje que realizó hace poco a Recife, ciudad ubicada en el noreste del país y capital del Estado de Pernambuco, empresas le manifestaron que estaban importando salmón desde China. Información que también sostiene Hellmuth Hills, quien subraya que se trata de salmónidos que son capturados en estado salvaje y de "baja calidad". "Sin embargo, sus bajos precios lo hacen competitivo en el mercado", puntualiza este ingeniero comercial que próximamente será padre por primera vez, lo que no es menor, puesto que asevera que "será un brasileño que desde niño aprenderá a comer salmón".

Para conocer más sobre la oferta de salmón chino recorrimos los principales supermercados de Sao Paulo, sin embargo, no logramos dar con él. Lo que sí llama la atención, es que pese al bajo consumo per cápita de productos del mar, el salmón comparte estante con un sinnúmero de pescados y mariscos, entre los cuales aparecen hasta las pirañas, provocando que aún cuando no hayamos encontrado su salmón, China se hace presente con su dicho "mientras no sea mesa, acá se come todo lo que tenga patas".

Un acabado artículo con las proyecciones del salmón chileno en el mercado brasileño, será parte de la próxima edición de revista AQUA.

 

Fuente: AQUA

 

 

 

 

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