Entregan los primeros resultados del Proyecto FIP 2008-66 sobre enfermedades de alto riesgo en salmónidos

Ago 20, 2010

Ni siquiera las inusuales marejadas que azotan la costa de Valparaíso (Región de Valparaíso) por estos días, impidieron que el equipo de investigadores entregara los primeros resultados sobre el proyecto "Determinación de patógenos de importancia en la salmonicultura, en Cáligus y Moluscos Bivalvos", convocado por el Fondo de Investigación Pesquera (FIP), quién planteó las bases […]

Ni siquiera las inusuales marejadas que azotan la costa de Valparaíso (Región de Valparaíso) por estos días, impidieron que el equipo de investigadores entregara los primeros resultados sobre el proyecto "Determinación de patógenos de importancia en la salmonicultura, en Cáligus y Moluscos Bivalvos", convocado por el Fondo de Investigación Pesquera (FIP), quién planteó las bases del concurso público en 2008. Tras ganar el proyecto y llevarlo a cabo, la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) hizo entrega de las conclusiones preliminares el pasado miércoles 18 de agosto.

Luego de leer otros proyectos FIP, diversas publicaciones al respecto y revisar la normativa nacional e internacional acerca de enfermedades de alto riesgo en la salmonicultura, el equipo de investigadores liderado por Mariel Campalans, se dedicó a estudiar la presencia de la enfermedad Ameboide Branquial, la SRS, la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) y la Caligidosis, entre otras.

Más tarde, se determinaron zonas de muestreo con el apoyo del "Programa Sanitario Específico" que comprende etapas de vigilancia y control. La estrategia esencial es "conocer más al patógeno, detectar oportunamente los casos positivos y eliminarlos. Además, proteger a los casos negativos invirtiendo recursos ante un virus que tiende a adaptarse y mutar", anunció Alicia Gallardo, jefa del Departamento de Acuicultura del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).

Con esta premisa se determinaron cuatro zonas y se obtuvieron muestras de moluscos bivalvos desde fouling y también de centros de cultivo, mientras que se trabajó en Cáligus parasitando salmones y estados tempranos desde plancton.

Primeras conclusiones

De todos estos casos emanan las siguientes conclusiones sin culminar del todo con la investigación: a) los moluscos bivalvos eliminan o destruyen rápidamente el virus ISA capturado desde el ambiente; b) los copépodos del tipo Cáligus, capturados desde peces infestados, pueden mantener detectable al virus ISA y la bacteria SRS inmediatamente después del muestreo; c) no se registran estadios tempranos de Cáligus en las muestras de plancton analizadas, pero se detecta SRS en baja prevalencia y, 4) los moluscos bivalvos, al parecer, participan en la mantención del SRS en el ambiente.

Por su parte, Sandra Bravo, de la Universidad Austral de Chile, en su exposición sobre las implicancias de Caligus rogercresseyi en las enfermedades de alto riesgo para los salmónidos en Chile concluyó que el mayor riesgo del piojo de mar para la salmonicultura no está centrado en su rol como diseminador de otros patógenos y que el principal riesgo es el severo efecto inmunosupresor que provoca en los salmones parasitados y que lo predispone a otras enfermedades de alto riesgo.

ISA en Chile y el mundo

El virus ISA fue abordado con mucho mayor énfasis por varios de los ocho expositores presentes en el taller de difusión "Moluscos bivalvos y copépodos parásitos como posibles vectores de enfermedades de Alto Riesgo en salmones", que reunió a investigadores y a los propios cultivadores de estos peces.

De sus presentaciones se extrajo la historia de la infección. Todo comenzó con el primer brote de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA), que data de 1984 en Noruega, lo que ocasionó un desastre en el hemisferio norte del planeta. Según datos entregados por el Dr. Frederick Kibenge del Laboratorio de Referencia OIE de Canadá, "los peces comenzaron a sufrir anorexia, letargo, anemia y, por ende, se elevó la mortalidad", indicó.

Debido a la emergencia se generaron planes de contingencia, luego de que la infección se presentara también en otros países, como Irlanda, Canadá y Estados Unidos; hasta que llegó el año 2007, cuando en Chile se detectó el virus en un salmón Atlántico en Chiloé Central.

La confirmación de la presencia de ISA la arrojó un PCR y un cultivo celular. Así, se registró un obvio aumento de la curva epidémica de la enfermedad en los primeros meses, descendiendo en primavera y aumentando, otra vez, en los meses de verano. Durante el 2008, "la curva mostró una disminución en los meses de otoño, presentando una tendencia al alza durante junio y julio, coincidente con el cumplimiento de un año de la notificación de la enfermedad", narró Mariel Campalans, jefa del Proyecto FIP 2008-66.

En términos teóricos, la principal forma de diseminación del ISA es vía horizontal, a través de vectores como el tráfico de embarcaciones, transporte de peces entre centros de cultivos y transporte de mortalidades. Sin embargo, para Alicia Gallardo no es la única ruta, ya que también existiría la vertical, como ha sucedido en Chile. "Desafortunadamente en reuniones internacionales, Chile pretende debatir al respecto, pero no existen publicaciones nacionales que avalen la postura". Por lo tanto, la vocera de Sernapesca, animó a los entendidos en el tema a hacerlo.

Gallardo narró hitos desde que se confirmó el primer brote en Chile y se implementó un Plan de Contingencia. En 2008 se realizaron los primeros chequeos en los puntos críticos y se implementaron medidas como la restricción de los movimientos salmónidos. Luego, comenzó la etapa de exigencias para los productores, quienes debieron analizar las ovas por la eventual presencia de la infección. No se haría esperar que estas disposiciones se aplicaran también para las ovas extranjeras.

Más tarde, en 2009, se desarrolló la primera vacuna contra el ISA. Aprobada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), previa consulta a Sernapesca. Al presente año ya existen nueve productos registrados y "aunque es muy difícil evaluar procesos de inoculación, una vez que se completen los ciclos productivos se podrá realizar un análisis específico de su efectividad", detalló Gallardo.

Se adaptó el modelo canadiense del "barrio", disminuyendo en 70% las áreas de manejo sanitario aplicadas en Chile. También, durante estos años, se constituyó la Mesa del Salmón, la que finalmente animó a modificar la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA). En junio del 2009 se registró el primer brote de HPR0, entre otros sucesos relevantes.

La revolución de las redes de cobre

Por siglos las propiedades del cobre y algunas de sus aleaciones han sido aprovechadas en partes de piezas de estructuras marítimas, como una forma de evitar la aleación de organismos marinos a las superficies y, al mismo tiempo, disminuir la corrosión.

Hace más de tres décadas comenzaron las pruebas para aprovechar estas propiedades del cobre en la acuicultura. Fue Japón en 1999, el primer país capaz de implementar jaulas con mallas de una aleación cobre-zinc, denominada "UR30" para el cultivo de peces. A la fecha, el país oriental ha construido más de 300 jaulas de este tipo.

Gracias a la experiencia nipona y a través de EcoSea Farming S.A., se ha implementado el sistema en territorio nacional. Hace 3 años se construyeron dos jaulas con una eventual durabilidad de 5 años en total.

Hasta el momento no ha habido problemas ni con los peces, que evitan contagio y por ende, el estrés; ni con la aleación de metales que es sumamente necesaria, puesto que el cobre por sí solo no posee la debida resistencia para conservar de buena manera a las especies marinas. Además, el sistema es cien por ciento reciclable y ya existen buzos capacitados para reparar las jaulas y así no tener que reemplazarla por una nueva, según relató Erick Gaete, representante de EcoSea Farming S.A., empresa que ejecuta el proyecto Consorcio Tecnológico de Acuicultura en Zonas Expuestas (CT-OOA), conformado por Codelco, la International Copper Association Ltd., Sitecna, la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Fundación Chile.

Palabras al cierre…

Al finalizar las casi diez horas de este taller de difusión en las dependencias de la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV en Valparaíso, la jefa del proyecto, Mariel Campalans, consideró "bastante provechosa" la primera jornada "porque pocas veces tenemos la oportunidad de reunirnos con expertos, quienes por lo general están en Puerto Montt y estas instancias nos permiten traer a estas personas y poder entregarle a la comunidad la oportunidad para que puedan discutir los problemas actuales", enfatizó.

El encuentro finalizó el miércoles recién pasado, con un taller de discusión en el que los investigadores debatieron de qué manera intervienen todos estos factores en las enfermedades de alto riesgo, con el objetivo de formular un sistema de prevención óptimo. Porque recordemos que es imposible erradicar definitivamente estas infecciones, pero sí mantenerlas a raya por el bien económico de los entes involucrados y -lo que es aún más importante- por el bienestar de los recursos marinos.

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