La nanotecnología si bien es un campo de la ciencia que viene siendo desarrollado desde la década del ‘60, en los últimos años cobró un mayor empuje y penetración en los distintos sectores productivos.
Básicamente posibilita la manipulación de la materia a una escala menor, a nivel de átomos y moléculas, con lo cual es posible incorporarle a los productos propiedades ventajosas.
Los investigadores hablan de nanoescala para crear, por caso, insumos con características únicas; en donde las industrias pesquera y naval no están ajenas a estos avances.
Algunos de estos aspectos fueron expuestos por el investigador integrante del grupo de nanomateriales poliméricos en el Inifta Conicet y en la Universidad de La Plata (Argentina), Javier Amalvy.
De acuerdo con lo publicado por Pescare.com, en el marco del ciclo de conferencias que tuvo lugar en la Einaval 2011 desarrollado en el país trasandino, el experto realizó un recorrido por las aplicaciones y ventajas que la nanotecnología introdujo en el sector.
"Por ejemplo, ha permitido desarrollar recubrimientos para barcos muy efectivos (…) Algunos son los antifouling que impiden la adherencia de microorganismos presentes en el mar", describió Amalvy.
Según explicó, este material contiene "tóxicos" que de alguna manera matan a esas bacterias que tendían con el paso del tiempo a despegar la pintura y generar el posterior proceso de corrosión.
"Por otra parte, se han desarrollado materiales hidrofóbicos que aplicados sobre madera o incluso vidrios impiden que se adhiera el agua o, en el segundo caso, bruma marina", amplió.
Amalvy sostuvo que si bien los desarrollos desde el punto de vista económico son mayores, la cantidad que se utiliza es tan reducida que muchas veces no incide en el costo final.
Específicamente en la industria pesquera, el especialista aseveró que la nanotecnología posibilita el mejoramiento de envases en términos de las propiedades mecánicas, térmicas y de barrera.
También estos adelantos permitieron un mejor aprovechamiento de los desechos. "Se han utilizado nanotubos de carbono para incluir proteínas de pescado y ser empleados después como espesantes y gelificantes", reveló Amalvy.
Otro ejemplo de aplicación práctica es el filtro aire antibacteriano y, al mismo tiempo, biodegradable logrado sobre la base del colágeno extraído de la piel de merluza hubbsi.
Lo que aún no está claro para la ciencia son las consecuencias que esta manipulación a escala microscópica podrían provocar sobre la salud del medio, y en consecuencia, del hombre.
"Al ser tan pequeñas, las nanopartículas tienen la capacidad en introducirse en las células, provocar toxicidad e incluso modificar nuestro ADN. Sabemos que por cadena los materiales pasan a los seres vivos, pero todavía no sabemos con claridad cómo nos afecta", alertó Amalvy.