Julio Traub: “No queremos que esta industria disminuya y se concentre solo en tres o cuatro empresas”

Feb 24, 2014

Desde sus inicios en 2009, la Asociación de Productores de Salmón Coho y Trucha A.G. (Acotruch) ha argumentado que sin los cultivos del salmón coho y la trucha arcoíris los impactos de la crisis provocada por el ISA en 2007 habrían sido aún mayores.

Actualmente, la Acotruch integra a un total de siete empresas (Comercial Mirasol, Salmones Caleta Bay, Salmones de Chile, Salmones Ice Val, Sea Salmon, Piscícola Entre Ríos y Universidad de Los Lagos) que cuentan con instalaciones en mar, estuario, ríos, lagos, pisciculturas, centros de acopio, plantas de proceso, laboratorios y centros académicos, con el objetivo de representar a las pequeñas y medianas empresas y así exponer ante las autoridades, la industria y la comunidad en general la realidad del sector ligado, fundamentalmente, a la producción de salmón coho y trucha.
Para conocer el panorama actual de la Acotruch y detallar si aún estiman que estas dos especies se convirtieron en uno de los “salvavidas” de la salmonicultura chilena durante la crisis del virus ISA, su presidente, Julio Traub, conversó con AQUA.

El ejecutivo comenzó asegurando que la entidad ha “logrado posicionarse y consolidarse como referente gremial” en beneficio de sus asociados frente a la industria y a las autoridades, participando en todas las instancias públicas-privadas de trabajo: Mesa del Salmón, Comisión Nacional de Acuicultura (CNA), Panel de Expertos, Consejo Zonal de Pesca, entre otras.

Inmediatamente, tuvo palabras para los cambios de propiedad que han venido registrando las compañías salmonicultoras en el último tiempo, lo que ha repercutido en la representatividad de los gremios.

“No cabe duda de que en los últimos años se ha visto una fuerte tendencia hacia la integración horizontal, ya que prácticamente todas las grandes firmas han optado por una estrategia de crecimiento a través de fusiones y adquisiciones, por encima del crecimiento y aprendizaje interno. Esto se está convirtiendo en una técnica de subsistencia al permitir crecimientos rápidos, expansión geográfica, acceso a nuevos canales de distribución y aumento en la participación dentro de mercados específicos”, explicó Traub.

A su juicio, otro de los motivos por los cuales se pueden justificar estas adquisiciones, es que es una “forma efectiva” de aumentar las ventajas competitivas del grupo, ya que al transferirse conocimientos y tecnologías entre compañías, se incurren en menos costos que los que implicaría desarrollarlas por separado. “Todo esto ha sido potenciado por los altos costos de producción que nos hacen cada vez menos competitivos”, puntualizó.

Ahora bien, para el timonel de la Acotruch lo ideal es que no se sigan reduciendo las compañías, sino que la eventual consolidación se produzca de acuerdo con las capacidades y necesidades del mercado. “No queremos que esta industria disminuya y se concentre solo en tres o cuatro empresas, como ha pasado en otros sectores, donde las consecuencias el país las conoce muy bien”, enfatizó Traub.

En este sentido, ¿de qué manera trabajan a nivel gremial en el acercamiento con todos los actores del sector acuícola y determinan qué es lo mejor para el interés colectivo?

Una de las metas actuales es lograr la participación de los productores en agua dulce, ya que al no estar colegiados muchas veces no son escuchados por la autoridad. Y el desafío de la industria comienza en esta etapa de producción, donde hay una diversa calidad de smolts, lo que hace aún más importante estandarizar las políticas.

¿Están ustedes llanos a la integración de firmas consideradas grandes también?

Contamos con pocas pero buenas empresas, con lo que hemos logrado posicionarnos y consolidarnos como referente gremial. Nunca ha sido una prioridad el crecer anárquica ni exponencialmente, pues los principios inspiradores de la Acotruch han sido la unión y el consenso en pro de la defensa de los pequeños y medianos salmonicultores.

Las empresas que prefieran participar en otros gremios están en su libre derecho de elección; sin embargo, si en algún momento alguna decide incorporarse a nuestra asociación, nosotros tenemos las puertas abiertas.

Queremos destacar que la Acotruch es un complemento y no un competidor para las asociaciones existentes (SalmonChile, gremio de productores de Magallanes, AmiChile, entre otros), tanto así que desde hace varios años somos el representante de los acuicultores en el Consejo Zonal de Pesca de la Región de Los Lagos.

Comercio internacional

¿Qué importancia revisten para ustedes las certificaciones?

Este es un tema bastante complejo y respecto del cual será preciso reflexionar en el futuro. Las normas privadas y la certificación de las mismas están teniendo un rol cada vez más importante en el comercio internacional de los productos provenientes de la pesca y la acuicultura. Esto emana de la percepción que algunos tienen de zonas en que los marcos regulatorios públicos no están logrando los resultados deseados para garantizar la inocuidad alimentaria, la gestión responsable, la calidad y la sostenibilidad ambiental en la creciente industria de la acuicultura.

Las normas privadas pueden ser un mecanismo clave para los grandes minoristas y propietarios de marcas comerciales; sin embargo, no siempre son útiles para los productores, pues muchas veces su único efecto es aumentar los costos de producción.

A su juicio, entonces, ¿algunas certificaciones les pudieran restar competitividad a las compañías productoras?

Las cadenas de supermercados a nivel internacional exigen cada vez más la certificación a sus proveedores, cuyos costos no son absorbidos por los consumidores sino que por los productores, lo que nos puede llevar a pérdidas de competitividad por disminución de las utilidades y precisamente de la calidad e inocuidad por la cual todos velamos.

Vínculo público-privado

¿Cómo ha ido evolucionando la relación con la autoridad desde la crisis del virus ISA?

Hay que recordar que la Acotruch se creó en el año 2009 por la necesidad de representación de empresas con menor producción. De a poco, desde esa fecha hemos ido participando en los diálogos de la industria con la autoridad y actualmente somos partícipes de las modificaciones y nuevas normativas propuestas.

¿Qué reparos tienen de las regulaciones aprobadas?

La gran mayoría de la normativa acuícola fue creada pensando en el salmón Atlántico post crisis del ISA, especie que concentra los mayores volúmenes de producción y retornos para Chile. Esto, de alguna manera, había excluido a las otras especies salmonídeas que se producen en el país (salmón coho y trucha arcoíris), que tienen claras diferencias biológicas y productivas respecto del Atlántico que, a nuestro juicio, son necesarias de diferenciar en la normativa.

En definitiva, la institucionalidad pública de pesca y acuicultura necesita ser robustecida. Esperamos que con el nuevo Gobierno sigamos trabajando codo a codo para tener una industria sostenible.

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