Ministerio de Agricultura amplía el fundo hasta el mar

Feb 6, 2006

Como un verdadero «tanque». Así definen por su capacidad de trabajo a Álvaro Rojas (52 años), el médico veterinario y rector de la Universidad de Talca, que el 11 de marzo jurará como nuevo ministro de Agricultura. Rojas, a quien Michelle Bachelet –la Presidenta electa– le ofreció el domingo en la noche el puesto, es […]

Como un verdadero «tanque». Así definen por su capacidad de trabajo a Álvaro Rojas (52 años), el médico veterinario y rector de la Universidad de Talca, que el 11 de marzo jurará como nuevo ministro de Agricultura. Rojas, a quien Michelle Bachelet –la Presidenta electa– le ofreció el domingo en la noche el puesto, es doctor en Ciencias Agrarias de la Universidad Técnica de Munich y muy cercano a la DC.

De acuerdo con un artículo publicado ayer por El Mercurio, trascendió que fueron Alejandro Foxley y Alfredo Moreno quienes «movieron» su nombre para que la Presidenta electa lo considerara dentro de su futuro equipo de gobierno. Pero su mayor aval fue su currículum, donde destaca la reingeniería que aplicó en la Universidad de Talca, llevándola a las grandes ligas. Según el último ranking que publicó la revista El Sábado, de El Mercurio, este centro de estudios se ubicó en el lugar 10 -entre 56- en calidad de alumnos y en el sexto en calidad de profesores.

«Su gestión ha sido brillante y en sus 15 años a cargo se centró en elevar la calidad de los profesores, incentivando a todos los académicos a cursar doctorados o masters», cuenta un parlamentario de la zona. Esto generó un aumento en las matrículas y en el presupuesto que se triplicó en su período.

También impulsó los vínculos con el sector privado a través de iniciativas como los centros tecnológicos del vino y de las pomáceas, donde el énfasis está en la aplicar innovación a la agricultura.

Con estos pergaminos, Rojas le pareció a Michelle Bachelet no sólo la mejor carta para modernizar al ministerio, sino que para concretar una meta más ambiciosa: estructurar un Ministerio de Agricultura y Alimentación que coordine todas las políticas relativas a esta industria, incluyendo políticas de fomento y de ciencia y tecnología.

Una idea que Bachelet le compró al empresario y presidente de Invertec, Mario Montanari, quien entre otros predicaba que todos los sectores ligados a la alimentación se fusionaran en un solo ministerio.

El objetivo: que en el año 2010 Chile se ubique entre los diez mayores exportadores de productos alimentarios del mundo, hoy está en el puesto 17 con US$ 7.000 millones.»Los países más desarrollados -como España- tienen esto en una sola mano. La idea viene dando vueltas hace mucho tiempo y llegó la hora de concretarla», agrega el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Luis Schmidt.

El cambio institucional más relevante es la dependencia de la Subsecretaría de Pesca que ahora pasaría del Ministerio de Economía al de Agricultura.

Pero esta iniciativa -que requiere de modificaciones legales- ya genera ruido entre los empresarios pesqueros que no están convencidos que sea la mejor decisión, ya que hace 30 años ese rubro dependió de esa cartera, sin buenos resultados.

«Era el pariente pobre, con un presupuesto muy exiguo y una escasa atención del ministerio. En el gobierno militar se trasladó la Subpesca a Economía, por su condición de sector regulado y ganó en estatus, autonomía y nivel técnico, siendo hoy muy eficiente», destaca un ex subsecretario de Pesca.

El principal temor es que la Subsecretaría se vea «enredada» en un ministerio que sufre presiones sectoriales permanentes, principalmente por las dificultades que atraviesa el agro tradicional.

En la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) afirman que hay una positiva evaluación de la Subpesca en Economía. «Creemos que este nuevo ministerio puede transformarse en un gigante bastante poco operativo», dice su gerente Luis Felipe Moncada.

Carlos Vial, presidente de SalmonChile, sostiene que el cambio de dependencia ministerial es una materia compleja. «La acuicultura -agrega- es un sector en pleno desarrollo y hay que ser muy cuidadosos para no introducir cambios que puedan afectar su desempeño y crecimiento».

Siguiendo la tradición de lo que ha sido hasta ahora su manejo comunicacional, la Presidenta electa no ha dado muchas luces de cómo implementará el cambio. Sí se sabe que no pidió la opinión de las actuales autoridades de la Subpesca sobre la materia y que un equipo de cerca de 14 personas trabajó en este capítulo de su programa.

El nuevo ministro, Álvaro Rojas, prefiere no adelantarse a la discusión y señala que «queremos generar un diálogo con los privados para seguir avanzando».

La tarea no se viene fácil, porque fuentes privadas ya han anunciado que si el proyecto que presente Bachelet para justificar el traslado no les satisface, iniciarán una ofensiva entre los parlamentarios para que no se apruebe.

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