La Universidad Austral de Chile (UACh), en el marco del programa estratégico “Transforma Pesca Aysén”, está diseñando estrategias locales para mejorar la gestión productiva en la localidad de Raúl Marín Balmaceda (región de Aysén). Se trata de un proyecto de Corfo que va en la línea de contribuir con “bienes públicos para la recuperación de pesquerías a escala local”, que en este caso la propia comunidad de pescadores artesanales solicitó a través de su sindicato. Las estrategias consisten en sofisticar sus productos, hacer su negocio más sustentable y repoblar los bancos naturales de choritos, algas, almejas y pelillo, especies que constituyen el mayor sustento económico para los habitantes de esta localidad.
“Nos encontramos con que el nivel de los bancos naturales de las especies, en comparación a todas las estimaciones de hace diez años atrás, estaban muy reducidas, menores a un 15%”, explica Alejandra Lafon, académica de la UACh que trabaja en el proyecto. “Es notable que la gente haya tomado esta conciencia. Sus vocaciones son la comercialización de mariscos y el turismo con base a la gastronomía, por lo que están realmente interesados en desarrollar esto y que funcione”, cuenta la doctora en ciencias ambientales.
La localidad de Raúl Marín Balmaceda tiene características geomorfológicas únicas, que la hacen ser libre de floraciones algales nocivas (la “marea roja”), según el Servicio de Salud con base en los muestreos del IFOP (Instituto de Fomento Pesquero). Sin embargo, este positivo factor trae consigo una mayor y constante presión en la extracción de los recursos, evidenciándose drásticas disminuciones durante las últimas décadas.
Esta situación puede hacerse irreversible para la pequeña localidad si es que no toman medidas para el mediano y largo plazo, por lo que tanto sus habitantes, como también los especialistas de la universidad, han concluido que se necesita aplicar más conocimiento, tecnología y responsabilidad al desarrollo de las actividades económicas de los pescadores. “Nuestra preocupación siempre ha sido el mar, ya no es el mismo de antes pero para eso estamos, para poder cultivarlo y cuidarlo”, dice José Rivera, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Raúl Marín Balmaceda.
“Gracias a la universidad hemos aprendido a ser más responsables, a hacer las cosas bien”, cuenta el dirigente, quien además reconoce que una de las cosas que han aprendido es que posterior a la ejecución de los proyectos como este, deben seguir avanzando por ellos mismos. Esta idea también la comparte el director del proyecto, el Dr. Carlos Molinet, quien ya ha desarrollado varias iniciativas de este tipo en zonas litorales de Aysén y Los Lagos. “El rol de la universidad implica que una vez que nosotros generamos el conocimiento, lo transferimos y ellos queden solos operándolo. No estamos descubriendo nada nuevo, el aporte es que la comunidad adopte la tecnología y una vez terminado (el proyecto) puedan continuar solos”, manifiesta el doctor Molinet.
“Nos interesa fortalecer capacidades”
Finalmente, Alejandra Lafon se refiere al proyecto como una oportunidad para la Universidad Austral, que desde su perspectiva debe “poner el conocimiento donde tiene que estar, para que efectivamente se logre la sustentabilidad”, entendiendo que el rol que a una universidad le compete es “tratar de mejorar la vida de las personas en la región en que está”.
“Nos interesa fortalecer capacidades, en las universidades se espera que los doctores publiquemos y hagamos ciencia pero habemos algunos doctores que nos interesa lo que llaman ciencia aplicada, tratamos de solucionar, en un horizonte un poco mas inmediato, los problemas de la gente, si lo vemos a una escala regional es la manera en que podemos contribuir al desarrollo local”, concluye Lafon.