La industria chilena de harina de pescado espera que los altos precios a nivel mundial logren compensar la fuerte caída que tendrá la producción este año. Los pesqueros locales han sido afectados por el terremoto de febrero, una menor disponibilidad de materia prima por la baja captura de jurel en la Región del Biobío y el retraso en la pesca de sardina y anchoveta.
El gerente general de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), Héctor Bacigalupo, reconoce a La Tercera que el 2010 será "un año complejo" y adelantó que el descenso en la producción nacional de harina de pescado oscilará entre un 30% y 40% en relación con el 2009. El año pasado la industria produjo 611.000 toneladas, según cifras de Sonapesca, y las exportaciones totalizaron US$ 607 millones, 23% más que el 2008.
Sin embargo, el precio del commoditie da algo de tranquilidad. Luego de tocar históricos US$ 1.800 por tonelada, el precio promedia poco más de US$ 1.600 por tonelada en lo que va del año. Esto servirá para paliar el descenso de la producción y ayudará a que el 2010 no sea "tan dramático", dijo Bacigalupo.
"El precio de la harina (de pescado), en promedio, durante el 2010 llega a US$ 1.628 por tonelada. Eso compensará en buena medida las pérdidas que se generarán al dejar de producir por falta de materia prima. No todo, pero en buena parte", añadió el ejecutivo.
Bacigalupo agregó que "va a ser un año de menor producción, pero las ventas no van a ser tanto menores como se pudiera pensar, en gran medida por los altos precios del aceite y la harina (de pescado)".
Proyecciones de precio
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) afirmó, recientemente, que "los precios de la harina de pescado en China han subido en los últimos meses y los inventarios en puertos chinos llegan a los menores niveles registrados, lo que hace pensar que los precios seguirán altos en los próximos meses".
Fuentes del sector pesquero chileno así lo confirman y anticipan que para el 2011 los precios seguirían entre los US$ 1.500 y US$ 1.700 por tonelada, pero dependerá de las cuotas de captura en aguas chilenas, el volumen de la producción peruana y de la demanda de China.
En la Sonapesca evitan hacer proyecciones. Sin embargo, Bacigalupo confía en que la demanda seguirá fuerte. "Tenemos cierta tranquilidad. Estructuralmente vemos que el mundo demanda una mayor cantidad de alimentos (…), lo que beneficia la compra de harina de pescado. Nos parece que estructuralmente la demanda es sólida", dijo.
Jurel y reducción de la cuota
Los pesqueros de la zona sur han tenido que enfrentar una menor captura de jurel, merma que Sonapesca estima en un 38% respecto del 2009.
A su vez, la pesca de sardina y anchoveta experimenta también una baja cercana a 20% frente al año pasado, por el retraso de poco más de un mes, que se generó ante la necesidad del reinstalar las faenas de descarga y poner en funcionamiento algunas de las plantas dañadas en la Región del Biobío.
El año no está cerrado aún, dicen en la industria, ya que en diciembre las flotas podrían volver a alta mar, particularmente a la pesca de anchoveta y sardina, reduciendo la menor captura que se registra hasta ahora.
Sobre este último punto, el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, anunció que el Gobierno está estudiando rebajar la cuota de pesca del jurel para el 2011, desde los actuales 1,3 millón a 850.000 toneladas, ante la escasez que experimenta el recurso.
En la Sonapesca recibieron este mensaje con tranquilidad y aseguran que la autoridad sólo está ajustando la cuota de captura a la realidad del recurso, por lo tanto, no es vista como una situación que pueda alterar y menos complicar al sector pesquero nacional en el próximo ejercicio.
A pesar de la menor producción proyectada para el 2010, Chile seguirá ostentando el segundo lugar en el mundo como productor de harina de pescado, detrás de la industria peruana, pero superando a países como Tailandia, Noruega y Dinamarca.
"Si uno suma la producción de la zona norte, con la pesca de sardina y anchoveta, más el jurel del sur, aunque venga disminuido, Chile sigue siendo el segundo productor en el mundo", aseguró Bacigalupo, quien, además, es optimista respecto de la demanda futura por el commoditie.