Subpesca dispone veda de cinco años para 16 especies de peces de agua dulce

Mar 7, 2006

Mediante Decreto Exento del Ministerio de Economía publicado recientemente en el Diario Oficial, fue establecida la veda extractiva para 16 especies de agua dulce que se hallan en precario estado de conservación de acuerdo a los antecedentes técnicos que dispone la Subsecretaría de Pesca (Subpesca). Según lo informado hoy por la entidad, la prohibición comenzó […]

Mediante Decreto Exento del Ministerio de Economía publicado recientemente en el Diario Oficial, fue establecida la veda extractiva para 16 especies de agua dulce que se hallan en precario estado de conservación de acuerdo a los antecedentes técnicos que dispone la Subsecretaría de Pesca (Subpesca).

Según lo informado hoy por la entidad, la prohibición comenzó a regir por un período de cinco años en todo el territorio nacional, salvo en la III y IV Regiones, y comprende a especies tales como bagre, karashi, peladilla, trucha negra y carmelitas.

A diferencia de lo que ocurre en otros países (por ejemplo, Brasil y en Asia Central), donde existen importantes pesquerías desarrolladas en cuerpos de aguas terrestres, en nuestro país no se han autorizado actividades extractivas comerciales en aguas fluviales y lacustres; tampoco se permiten actividades de proceso y comercialización de estos ejemplares silvestres, aún cuando algunos de ellos han sido objeto de pesca deportiva.

Lo anterior se ha fundado en la fragilidad de los ambientes de ríos y lagos en el país, el reducido tamaño de nuestras cuencas, y las bajas abundancias que presentan las poblaciones de peces nativos en Chile.

Sin embargo, existe consenso respecto al precario estado de conservación en que se encuentra la mayor parte de las especies nativas de agua dulce. Esta situación se asocia más bien al deterioro y fragmentación de sus hábitat, que a las actividades de pesca propiamente tal.

En este sentido, las actividades de conservación debieran estar centradas preferentemente en la conservación de los ambientes en que habitan estas especies, lo cual requiere una gestión inter-sectorial coordinada desde una perspectiva inter-institucional.

Dentro de este enfoque, la veda que se ha aplicado es un primer paso a una protección más integral, la que, complementariamente, debiera reforzarse en el contexto del Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, con acciones conducentes a la conservación de los ambientes y áreas específicas en las cuales coexisten estas especies.

En el ámbito del sector pesquero, los Parques y las Reservas Marinas pueden constituir una potente herramienta de gestión para proteger los hábitat de aguas continentales.

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