Recientemente se realizó el «Workshop on Depredation», el primer taller internacional en Punta Arenas (Región de Magallanes) sobre la depredación de mamíferos marinos en la pesca del bacalao de profundidad.
[En Chile se desarrolla taller internacional sobre depredación de cetáceos durante la pesca]
Este fue organizado por COLTO, asociación internacional de pescadores de bacalao con sede en Hobart, Australia, y es el último de una serie de talleres ciencia-industria que se iniciaron el año pasado en Noruega. Tuvimos la suerte de contar con la asistencia de científicos e industriales de Francia, Islas Malvinas, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Islas Georgia del Sur, Australia, Japón, Noruega y Alaska, estos últimos tuvieron una presencia activa puesto que tienen un problema parecido con el espinel del sablefish o black cod, una especie bastante parecida a nuestro bacalao.
Fue un taller intenso y con científicos de mucho nivel, todos volvieron a sus países satisfechos de los resultados obtenidos y con la decisión de seguir trabajando en conjunto en este tema que cobra cada día más importancia en nuestras pesquerías, pues se estima que la depredación supera al 30% de la captura.
En base a esto, hay dos reflexiones que quisiera compartir. La primera es que es indispensable, no solo posible y deseable, que la industria y la ciencia cooperen y trabajen en forma conjunta. Ambos sectores tenemos puntos de vista y experiencias distintas pero un objetivo común, el cual es lograr una explotación sostenible del recurso pesquero. Nadie es dueño de la verdad y solo el trabajo en conjunto nos puede llevar a una mejor aproximación a ella.
La segunda es verificar lo poco que sabemos -como país- del manejo de este recurso y del estatus real de la pesquería. Esto no es más que un reflejo de la escasa inversión que hay en investigación y de la insignificante colaboración entre los diferentes sectores. Los colegas de otros países nos dejaron muy claro que el uso de la captura por unidad de esfuerzo como único indicador de la abundancia del recurso, tal como hacemos en Chile, es muy poco certera.
En síntesis, una experiencia enriquecedora que nos dejó lecciones importantes de cómo debemos proceder en el futuro. La cooperación y colaboración entre las partes que actúan de buena fe y con un objetivo común es el mejor camino para lograrlo. Al final todos debemos perseguir lo mismo que por lo demás establece la Ley de Pesca: lograr el Máximo Rendimiento Sostenible.