Luego que un grupo de artesanales jibieros de la Región del Biobío y otras entidades que trabajan sobre el mismo recurso en la zona central del país denunciaran que el sector industrial les «quiere quitar la cuota» (para conocer más antecedentes del caso haga clic aquí), la Asociación Gremial de Oficiales de Pesca Industrial (Agopesi) hizo público una declaración para defenderse de estos cuestionamientos. A continuación reproducimos el documento firmado por el presidente de la Agopesi, Jaime Acuña Jara:
«1. A pesar que en todo el mundo la jibia o calamar gigante, como se le conoce internacionalmente, es tratada como una plaga que devora las colonias de peces locales, el Gobierno anterior, saltándose la ley, impuso una cuota de captura absurda (80% para los artesanales y 20% para la industria) en forma ilegal. Ante el reclamo de artesanales y trabajadores del sector, la Contraloría revirtió una decisión que nosotros denunciamos en su oportunidad como ilegal y sin sentido práctico.
2. En consecuencia, a contar del 22 de enero de 2014, sobre las 200.000 toneladas de cuota establecidas para este año, industriales y artesanales pueden operar sin porcentaje determinado.
3. Como Agopesi declaramos que retomar el fraccionamiento de la cuota de la jibia significará un grave perjuicio para el sector industrial, sus trabajadores embarcados y mujeres procesadoras en plantas. Para mantener la flota y plantas operativas la jibia es indispensable, tomando en cuenta la drástica caída en la cuota de otras especies. Nuestros puestos de trabajo están en juego, por lo tanto no nos mantendremos al margen.
4. Esto no significa intención alguna de quitarle jibia al sector artesanal, porque nuestro esfuerzo pesquero no interfiere en sus zonas de pesca y porque nuestro foco no es llegar a abastecer a sus compradores, que son distintos a los nuestros. Muy por el contrario, tenemos conocimiento que, incluso, las plantas industriales que tienen buques pescando compran también pesca de los artesanales.
5. Hay artesanales diciendo que producto de la entrada de los barcos pesqueros industriales les habría bajado el precio, lo que es erróneo, porque la jibia en los últimos 48 meses ha mantenido el mismo precio. Por otra parte, si hay plantas industriales que les compran y luego dejan de hacerlo, es porque les llega jurel para congelar, no porque la pesca de jibia industrial vaya a esas plantas y cope su capacidad de compra.
6. Llamamos al Gobierno a no avalar el interés de un grupo de presión que representa a una reducida parte de los pescadores artesanales, que desean ser los únicos que puedan aprovechar este recurso. Enfáticamente puntualizamos que no se puede, ni se debe hablar de colapso de la jibia. La cantidad de este recurso es tal, que permite a ambos sectores operar en forma equitativa y ordenada. Todos cabemos en la actividad pesquera, incluida la de jibia. Pedimos a la autoridad velar porque así ocurra».